El papa Francisco congregó ayer a 7,000 niños de 84 países en el Vaticano, a quienes pidió encarecidamente “trabajar para la paz” ante una “guerra que ha estallado en todo el mundo” y “custodiar la Tierra” para evitar la crisis climática.
El pontífice, que evitó pronunciar un discurso durante otra audiencia por un resfriado, respondió a las preguntas de una decena de niños durante el evento, celebrado en el aula Pablo VI, y en el que también cantaron el español Beret y el italiano Mr. Rain.
“Yo soy feliz con los niños, enseñan siempre algo nuevo, lo hermosa que es la vida en su sencillez o lo importante que es estar juntos”, afirmó Francisco antes de escuchar las preguntas de los más pequeños, quienes lo interrogaron sobre la guerra y el cambio climático, pero también sobre su día a día en la Santa Sede.
Entre las preguntas destacó la de una niña de origen palestino que planteó al pontífice sus dudas sobre la posibilidad de poner fin a la guerra.
“Tu tierra sufre tanto…”, respondió el papa, quien reconoció que su “patria (de la niña) está en guerra”, y pidió un saludo de todos los participantes para “la gente de Palestina”.
“La guerra ya ha estallado en todo el mundo, no solo en Palestina, también en el sur de África, en el Congo, en Birmania, en Mozambique… Estamos viviendo una guerra bruta que nos quita la paz y la vida. Tenemos que trabajar para la paz”, instó Francisco.
También escuchó las cuestiones de niños de Ucrania y de Siria, entre otros, ante quienes lamentó la muerte de “niños inocentes” en los conflictos.
“Hay gente mala, que hace la guerra y destruye”, admitió antes de pedir a los más jóvenes que “hagan escuchar su voz” y cuenten las cosas “desde la verdad”.
Otros menores mostraron preocupación por la crisis climática y las altas temperaturas, un problema que Francisco reconoció preocupante y por el que pidió el compromiso de todos los niños para “custodiar la creación y la Tierra”.
“Las personas no protegemos la creación ni la naturaleza, y esta se rebela. Debemos aprender a custodiarla y no estropearla”, afirmó antes de pedir que tampoco desperdicien los alimentos.
Entre las preguntas más personales, Celeste, una niña peruana de 9 años, quiso saber “quiénes son los amigos del papa”, a lo que Francisco respondió que “la gente con la que convive” con él, personas de otras parroquias y “algún cardenal”.
“Hay tanto trabajo aquí. Escucho a la gente, arreglo cosas, pienso en cómo avanzar e intento que las cosas vayan mejorando -contó al ser interrogado sobre su día a día-. El trabajo es una cosa muy bella. Trabajar es salud, el trabajo te da dignidad”.
Texto y foto: EFE