El papa Francisco pidió perdón a los indígenas canadienses por los abusos que sufrieron en los internados gestionados por la Iglesia católica durante los procesos de asimilación forzada que sufrieron en los siglos XIX y XX y anunció que espera poder visitar su tierra a finales de julio.
Francisco se reunió con indígenas canadienses de los Inuit, Métis y Primeras Naciones, que le contaron las torturas y abusos que sufrieron en los internados, la mayoría católicos, donde fueron llevados tras ser arrancados de sus familias por las autoridades.
“Todo esto ha suscitado en mi indignación y vergüenza”, dijo Francisco, que quiso entonces pedir “perdón a Dios” por “el reprobable comportamiento de hombres de la Iglesia”.
“Les pido perdón”, reiteró a los representantes de los indígenas que solicitaban desde hace años a la Iglesia este gesto y a los que dirigió un discurso en la Sala Clementina del palacio pontificio.
Además, el pontífice anunció que desea visitar “las tierras” de estos pueblos originarios como le habían pedido y que lo hará a finales de julio cuando se celebra a santa Ana (26 de julio) que es muy venerada en el país por los católicos.
En su discurso ante los indígenas, ataviados con sus trajes tradicionales, el papa Francisco expresó su “vergüenza y dolor” por “el papel que varios católicos con responsabilidades educativas tuvieron en esto, los maltratos, los abusos y la falta de respeto” por su “cultura, identidad y valores espirituales”.
“Estoy muy dolido y me uno a los obispos en pedirles perdón porque es evidente que no se puede transmitir la fe con algo que está totalmente alejado de la misma fe. Es terrible cuando en nombre de la fe se comete un acto contra el evangelio”, reiteró el pontífice.
Texto y foto: Agencia