En el Día de Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos, el papa León XIV acudió ayer al cementerio del Verano, el principal de Roma, para “rezar por los muertos de los que nadie se acuerda”.
“Rezo espiritualmente sobre las tumbas de mis seres queridos”, añadió. “Nuestro Padre Celestial nos conoce y nos ama, uno por uno, no olvida a nadie”, afirmó León XIV.
El Papa continuó la tradición de su predecesor, el argentino Francisco, que en parte de sus doce años de pontificado acudió a celebrar la conmemoración de los difuntos.
León XIV aseguró que la caridad vence a la muerte. “Nos hemos reunido en este lugar para celebrar la conmemoración de los fieles difuntos, en particular los que están sepultados aquí y, con especial afecto, de nuestros seres queridos. En el día de la muerte ellos nos han dejado, pero los llevamos siempre con nosotros en la memoria del corazón”, dijo ante un grupo de personalidades y gente común.
“En todo lo que vivimos cada día, esta memoria está viva. Muchas veces hay algo que nos hace recordarlos, imágenes que nos llevan a momentos que vivimos con ellos. Muchos lugares, incluso los perfumes de nuestras casas, nos hablan de aquellos que hemos amado y que nos han dejado y tienen encendido en nosotros su recuerdo”.
León XIV aseguró que “la caridad vence la muerte” y que “en la caridad Dios nos reunirá junto a nuestros seres queridos”, pues “si caminamos en la caridad, nuestra vida será una oración que se eleva y nos une a los difuntos, nos acerca a ellos, en la espera de encontrarlos en la alegría eterna”.
Mensaje
Al mediodía habló a la multitud reunida en la plaza San Pedro y dio un mensaje de esperanza al decir que ninguno se perderá y que “Dios no se olvida de sus amados hijos”.
Desde la ventana del Palacio Apostólico, León XIV auspició que “la visita al cementerio, en el cual el silencio interrumpe el frenesí del hacer cotidiano, es para todos nosotros una invitación a la memoria y a la espera”.
Texto y foto: Agencias




