El poder de los hábitos

Por Ana Caro Canepa

Todos nos han mentido. No necesitas motivación ni fuerza de voluntad para vivir lo que siempre has deseado y alcanzar tus metas personales. Somos suficientemente buenos y fuertes para lograr nuestros objetivos y no necesariamente tener fuerza de voluntad te mantiene por encima de los demás.

Es cierto que para aprender tenemos que leer. Te soy sincera, ¡a mí no me gusta! Seguramente hoy que estás leyendo esto te preguntas: ¿cómo puedo entonces escribir esto para ti? El tema es que yo no tuve motivación ni fuerza de voluntad para poder comenzar a leer, realmente tuve que hacer cambios diarios en mi vida para leer y como resultado poder escribir y contar mis experiencias.

Después de leer varios artículos sobre como crear hábitos buenos y mantenerlos para siempre, te comparto los mini cambios que he hecho y me ha dado buenos resultados:

1. El ambiente en el que estás forma tu estilo de vida.

“Las normas sociales son muy poderosas, controlan tu forma de ser aunque estén en contra de tu ideología” Entonces, cambia el ambiente en el que estás y rodéate de personas como las que te gustaría llegar a ser, y quienes quieran lo mismo que tú. Recuerda, eres el producto de las cinco personas con las que más relación tienes.

Si quieres comenzar una vida saludable, entonces rodéate de personas que ya cambiaron su estilo de vida, aprende de ellos y pregunta todo lo que puedas. Recuerdo cuando llegué a vivir a la ciudad de México, salía de miércoles a sábados, comía lo que quería y si hacía ejercicio pero nunca llegue a tener la constancia y disciplina de llevar una dieta especial y pararme diario para ir al gimnasio. Me di cuenta que todos mis nuevos amigos solo me hablaban para salir al “antro” o a la “fiesta”, y nunca para ir a correr. Entonces el cambio que hice fue meterme a un programa intenso de ejercicio en donde no podías faltar ni un día porque te corrían, la dieta era súper estricta; sufrí muchísimo al principio, me dolía todo y apenas podía caminar, pero encontré un grupo de gente que tenía las mismas metas que yo, comían y hacían lo mismo, entonces me sentí en ambiente y solo así pude entrar en éste estilo de vida que hoy en día me tiene muy feliz, me siento más fuerte y saludable y sin querer encontré otra de mis pasiones: subir montañas.
2. Acciones que detonan el cambio.

Todos aprendemos y tomamos decisiones inconscientes con solo hacer pequeños cambios diarios, no es necesario recordarlo, tenemos una parte del cerebro que trabaja para actuar sin pensar y ese es nuestro aliado principal para crear hábitos. Recuerda por ejemplo cuando aprendiste a manejar, había que recordar todos los pasos y las reglas, hoy lo haces de forma automática.

A todos los millennials nos encanta revisar el celular cada minuto, entonces pon una alarma de algo que quieras hacer todos los días y que no has podido lograr, yo tengo esto “RUN CARO RUN” y se los juro que cuando me llega el recordatorio y no lo he hecho me siento fatal y busco cualquier hora para salirme a correr. Esto costó trabajo al principio, pero hoy ya lo hago de forma automática. “Si no agendas aquello que te importa, entonces no te importa tanto”.

3. Apunta alto, trabaja diario.

“Apunta siempre a lo más alto, aunque tus metas luzcan para otros inalcanzables, tu nivel de vida se elevará y tus objetivos serán cada vez mejores”.
Uno de los miedos que nos puede atacar es el temor a pensar que lo que queremos es muy difícil de lograr, te tengo una noticia: nada es imposible, tu haces que las cosas difíciles sean tan fáciles como quieras, lo único que necesitas es la confianza en ti mismo y trabajar duro y diario para alcanzarlo.

Cuando empecé a interesarme en el mundo de las montañas y a rodearme de gente que se dedicaba de tiempo completo a hacer hiking, mi nivel de resistencia era casi nulo, pero mi compromiso y entrenamiento diario me ayudó a alcanzar la cima de las montañas más altas. Obviamente no empecé subiendo grandes cimas ni recorriendo largas distancias, todo fue cuestión de empezar poco a poco y diariamente. Ten en cuenta que las grandes distancias comienzan con dar el primer paso.

“Todo es cuestión de que cambies tu ambiente, la gente de quien te rodeas y te comprometas a iniciar nuevas acciones, no necesitas fuerza de voluntad si tu estás dispuesto a trabajar diario para cambiar tus hábitos y con esto, mejorar tu vida”.

 

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