A sus 22 años años Raúl Gudiño no solo es el héroe del último Clásico Nacional sino también un experimentado atajador de penales y un portero con un largo recorrido internacional pese a su corta edad.
Tras brillar en el Mundial Sub 17 en 2013 precisamente por detener penales frente a Brasil en Cuartos de Final y frente a Argentina en Semifinales, Gudiño interesó al Porto que lo contrató para jugar con el equipo B de la Liga Portuguesa. Ahí tuvo la oportunidad de entrenar y relacionarse nada menos que con Iker Casillas, guardameta ícono del Real Madrid y la selección española, campeona del mundo.
Sin opción a la titularidad en el primer equipo tuvo un efímero paso por el Unión Madeira en ese mismo país y luego migró a Chipre donde jugó para el Apoel con el que debutó en la Europa League, convirtiéndose en el segundo portero mexicano en participar en copas europeas.
Sin hacer mucho ruido en Europa, Chivas le dio la oportunidad de regresar a México y Gudiño la entendió como tal: la oportunidad de ser el portero titular del equipo más popular de nuestro país. Su decisión de volver fue criticada por algunos considerándola un retroceso en su carrera, por el simple hecho de dejar Europa, pero ¿cómo puede calificarse de retroceso regresar como titular a uno de los dos equipos más grandes de tu país?
Su gran desempeño del domingo no fue casual. De acuerdo con el portal ESPN: “por costumbre propia, Gudiño dedica horas al análisis de videos sobre cómo disparan los cuatro mejores pateadores de cada rival”. El Rebaño había perdido una oveja y hoy está regreso.