Por: César Espadas
En 2016, con 19 años, ganó el Trofeo Heisman (Premio al mejor jugador del fútbol americano colegial), convirtiéndose en el jugador más joven en la historia en conseguirlo. Hoy, es el mejor hombre de toda la NFL y firme candidato para llevarse el MVP. Se trata de Lamar Jackson, mariscal de campo de 22 años de los Cuervos de Baltimore, quién ha exponenciado el significado de ser un atleta total; lanzando o corriendo es una maravilla y apenas es su segundo año en la Liga.
Fue criticado el año anterior por ser un pasador errático y su nula capacidad para los envíos largos. Una dura preparación, ética profesional y mucho carácter durante la temporada baja fueron clave; Lamar llegó esta campaña hecho un monstruo. Apenas tiene 21 partidos como titular y ya 18 triunfos. Líder de la Liga en touchdowns lanzados con 33 y acaba de adueñarse del récord para mariscal de campo de yardas por tierra en una temporada.
Victorias clave sobre Seattle, Patriotas, Texanos y Rams. La élite de la NFL ha caído ante los Cuervos de Lamar. Su gran momento se confirmó con la elección de 12 jugadores al Pro Bowl para liderar a toda la Liga. Ya tienen el título del Norte de la Conferencia Americana y su juego sigue mejorando.
Un hombre impredecible para las defensivas. Igual de bueno para correr, driblar o lanzar. Ha demostrado que puede hacer olvidar a Joe Flacco quién en su momento le dio un Super Bowl a esta franquicia. Los Cuervos, desde el Norte de la Americana, levantan la mano como serios candidatos en la NFL liderados por su comandante Lamar.