El síndrome de la víctima

Mario Barghomz
mbarghomz2012@hotmail.com

¿Cuántos en México padecen (a veces  sin saberlo) este trastorno de la victimización o el victimismo? Personas que suelen culpar a los demás de todo; de sus lamentos, de sus fracasos personales, de sus quejas y sus males, y hasta de su mala suerte.

¿Cuántos creen que lo que hacen mal es por culpa de los otros (cerca o lejos de ellos) del sistema social, político o religioso en el que viven, del nuevo pensamiento social que nos separa a unos de otros en cuanto al género?

¿Cuántos creen que su propia familia tiene la culpa, su pareja, su suegra, los hermanos, los padres, los hijos, el vecino, el mal amigo o hasta el perro que parece no quererlos?

¿Cuántos creen realmente que sus carencias (económicas, sociales o educativas) se deben al mal gobierno, al abuso de empresarios ambiciosos o políticos corruptos, a la mala gestión también de sindicatos coludidos o vendidos, al mal manejo del presupuesto de autoridades educativas? ¿Cuántos realmente creen que es el mundo el que está mal y no ellos?

La tendencia paranoide del “síndrome de la víctima” es bastante típica (casi un cliché) y puede verse a través de los medios sociales y de comunicación masiva como la radio y la televisión que no dejan de culpar a diestra y siniestra a quien les parece o se ajusta a la culpa.

La víctima (pesimista siempre naturalmente) se siente siempre defraudada por el mal gobierno (de éste y cualquier otro, para la víctima todos son lo mismo, unos peor que otros), por razones siempre ajenas a su propio fracaso o su particular circunstancia.

El victimismo tiende siempre a culpar a otros, personal o colectivamente, y ampararse en su lamento derrotista para buscar la compasión ajena.

En el victimismo se carece de capacidad autocrítica en la que la víctima sería la propia responsable de sus actos, de su situación y circunstancia. Pero para ella los demás son los culpables de su desgracia, como sea; ¡hasta Dios que no existe en su inexistencia y es culpable de no existir!

El victimismo hace de la persona que lo padece un parásito de sí mismo en su desánimo de no ser ni hacer aquello que en sus manos y en su mente (sobre todo) nunca resulta. Para quien padece este síndrome todo ocurre en su contra, la gente le tiene mala idea o poca o ninguna confianza. –Ya ves, te lo dije, está lloviendo, ¡sólo eso faltaba!; dice lamentándolo.

El síndrome ocurre dentro de un pensamiento recurrente y un sentimiento de desánimo que bloquea lo mejor de la psique de la persona, impidiendo que ésta evolucione y se desarrolle positivamente. No hay nada peor a veces que el pesimismo ordinario del victimismo de alguien para sabotear el día (y toda la vida).

Ser víctima es estar siempre debajo o aplastado por circunstancias externas o internas (de pensamiento) de un malestar presente,  y ser incapaz, por sí mismo, de salir adelante, de ver el mundo de otra manera, de mirarlo desde otra perspectiva.

En México el síndrome de la víctima es un recurso recurrente, un hábito, una costumbre también maniática de culpar a otros países o a la misma historia (del período que sea) de nuestra situación social, política o económica. Los pueblos originarios suelen ser víctimas por excelencia de saqueos, esclavitud, conquistas, racismo, revoluciones, independencia y reformas. La historia y la independencia de todos los pueblos del mundo, porque no hay uno que dentro de nuestra cultura haya pasado por ello, y no lo haya hecho con sangre y desgracia; son muestra en su mayoría del carácter que hay que tener para redimir el dolor y la tragedia del pasado, sin asumir ese sentimiento de victimismo que debilita al alma humana.

Yo mismo como hijo de pueblos originarios (indígenas) tuve que sacudirme alguna vez ese lastre miserable de la víctima colateral, pobre, indigna y rechazada; para no culpar de mi situación ni de mis actos a nadie, y demostrar que una diferencia económica, educativa y social, no depende de los demás, sino del valor, la capacidad y la dignidad de uno mismo.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.