El presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México explica el uso de esta herramienta, que se utiliza para que integrantes de la comunidad trans identifiquen si enfrentan algún tipo de violencia y las demás personas reconozcan si las ejercen
El presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, Salvador Guerrero Chiprés, explicó para este En Charla con… sobre el uso de la herramienta del transviolentómetro, la cual se utiliza para que las personas de la comunidad trans identifiquen si viven violencias, pero también para que familiares, amistades y personas de su entorno reconozcan si las ejercen.
El dirigente recordó que este instrumento fue creado con base en el violentómetro creado por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), elaborado específicamente para identificar la violencia de género, con el fin de identificar los 24 grados de violencia en contra de la comunidad trans, que van desde negar la identidad de la víctima hasta el delito de transfeminicidio.
De igual manera, nos habló sobre cuáles son los principales grados de violencia y cuáles de estos pueden llegar a ser condenables, así como de las recomendaciones principales y los números de emergencia para pedir ayuda.
Explíquenos un poco, ¿cómo funciona el transviolentómetro?
Es un instrumento que tiene una metodología, una experiencia de trabajo y una revisión de literatura muy amplia y es ahí donde se presenta su cualidad, pues en su momento que revela esas posibilidades cuando uno quiere diseñar una herramienta de medición de este tipo de situaciones.
¿Cuáles son algunos de los tipos de violencia más reiteradas?
Una de las violencias más reiteradas y primer indicador dentro del transviolentómetro es la negación al reconocimiento de la identidad de las personas, usando frases como “tú no eres mujer/hombre”, por eso este instrumento es una herramienta central para la comunidad trans. En especial, cuando las personas están iniciando en el reconocimiento de su identidad no siempre reconocen en primera instancia que una de las razones fundamentales de su exclusión es que se omite su propia existencia, situación que permiten visibilizar a través del transviolentómetro. Aquello que nos amenaza o sentimos que está violentando algunos de nuestros valores convencionales o pseudovalores, es que hay una reacción, el no reconocimiento de la legitimidad de lo diverso.
¿De igual manera, con esta herramienta las personas pueden identificar que están siendo violentas?
Así es, esta herramienta, no solamente sirve para que las personas de la comunidad trans identifiquen si están siendo sujetas a violencias, sino también para que las propias personas de su entorno identifiquen si la están ejerciendo. Las familias de la comunidad de población transexual a veces no están armadas para dialogar con eso que se les presenta, cómo los perciben violentamente diferentes; entonces, frente a esas familias, a los papás, las mamás, las tías, las abuelitas, este transviolentómetro les sirve.
¿Quiénes son las principales personas que reportan?
De todos los reportes que recibimos, de todo el país, desde el Consejo, 42 por ciento de los casos son de gays, 24 por ciento lesbianas, 11 por ciento bisexuales, 9.5 por ciento transgénero y cinco por ciento transexual. A pesar de esto algunas personas cuestionan por qué nos ocupamos de una aparente minoría, pero hay que entender que para las poblaciones mayoritarias de gays, lesbianas y bisexuales, ya cuentan con la línea que responde de forma psicológica y jurídica por ellos, mientras que la comunidad trans necesitaba una herramienta para sus necesidades particulares. Así como también nos sirve identificar cuál es la frontera de aquello que la comunidad convencionalmente quiere aceptar como legítimo.
Texto: Andrea Segura
Fotos_ Andrea Segura / Cortesía