El Grupo de Expertos para la Conservación de los Felinos Silvestres de México, asegura que el trazo de la vía pasaría por regiones donde habita una considerable población del felino
EN LAS ENTRAÑAS de Tulum se encuentra el sistema de cuevas más grande del planeta, Sac Actún, un tesoro paleontológico donde se han descubierto fósiles de fauna de hace 10 mil años antes de nuestra era, así como restos humanos anteriores a la civilización maya.
En esta misma región, pero a nivel de suelo, el presidente Andrés Manuel López Obrador planea construir la vía del Tren Maya y una de sus estaciones, lo que representaría un riesgo para estos sitios de alto valor biológico y patrimonio cultural.
Desde hace tres décadas, especialistas se han dado a la tarea de documentar los múltiples sistemas de cuevas que existen en la región. A la fecha se han registrado 358, que representan cerca de mil 400 kilómetros de laberintos acuáticos y conforman la mayor reserva de agua dulce en México, aunque se estimó que aún hay muchas cavidades no exploradas. Para la construcción del Tren Maya será esencial conocer la ubicación exacta de estos cuerpos para evitar daños o provocar colapsos.
JAGUARES
Después del Amazonas, la población de jaguar más importante del planeta vive en la península de Yucatán. Según Remolina, miembro del Grupo de Expertos para la Conservación de los Felinos Silvestres de México, el trazo de la vía pasaría por regiones donde habita una considerable población de este felino que está catalogado como especie en peligro de extinción.
Construir el Tren Maya, comentó Francisco Remolina, sería edificar una barrera física dentro de la casa del jaguar. Los animales necesitan de un rango hogareño, un área para realizar sus actividades de alimentación como cazar presas, reproducirse y cuidar de sus crías, que en el caso del jaguar “es muy amplio, se estimó entre 30 y 50 kilómetros”, agregó.
“Si levantamos un ‘muro’ que restrinja al jaguar pasar de un lado hacia el otro, vamos a provocar que este animal no pueda encontrarse y reproducirse con individuos que genéticamente son un poco más alejados a ellos, les negaremos la posibilidad de tener mayor variabilidad genética de la cual ‘nutrirse’”, puntualiza.
Texto y foto: El Universal




