Un nuevo estudio demostró que el uso frecuente y exclusivo de chatbots de inteligencia artificial (IA) para escribir textos académicos tiene un efecto cognitivo adverso: reduce la actividad cerebral y limita las capacidades de aprendizaje.
La prueba se aplicó a 54 estudiantes a quienes se les pidió redactar un ensayo tipo SAT (Scholastic Assessment Test), una prueba estandarizada empleada en procesos de admisión universitaria en Estados Unidos.
Los participantes se dividieron en tres grupos con condiciones distintas: el primero utilizó ChatGPT; el segundo solo contó con un motor de búsqueda convencional, como Google Search, mientras que el tercero trabajó sin herramientas externas, únicamente con sus propios recursos mentales.
La investigadora del MIT Media Lab, Nataliya Kosmyna, quien lideró el estudio, explicó que conforme aumentaba el uso de herramientas externas, como ChatGPT, la conectividad neuronal disminuyó hasta en un 55%, mientras que quienes en el grupo de estudio no utilizaron ningún tipo de asistencia tecnológica, mostraron redes neuronales más robustas y de mayor alcance, lo que indica una mayor actividad y conexión cerebral.
Este hallazgo adquiere relevancia en un contexto donde el uso de sistemas de IA en la educación se ha expandido rápidamente en varios países. Por ejemplo, una encuesta realizada por la consultora Gad3 halló que el 69% de los padres, el 73% de los docentes y el 82% de los estudiantes de entre 14 y 17 años utilizan esta tecnología para actividades académicas.
En la primera etapa, el experimento consistió en tres sesiones en las que todos debían completar la misma tarea. Se emplearon dispositivos EEG (electroencefalograma) para monitorear la actividad cerebral en 32 regiones distintas.
Los investigadores evaluaron tanto el rendimiento cognitivo como la carga mental de los participantes para entender mejor las activaciones neuronales durante la redacción de los ensayos. Esto se analizó mediante técnicas de programación neurolingüística (PNL), entrevistas, evaluaciones de los textos por docentes humanos y sistemas automatizados de calificación.
En una segunda fase, se realizó una cuarta sesión con la misma tarea (escribir un ensayo SAT), pero se invirtió la disponibilidad de herramientas tecnológicas entre los grupos. Así, quienes en la primera etapa no tuvieron acceso a ChatGPT pudieron utilizarlo, mientras que quienes sí lo emplearon debieron escribir sin ningún tipo de asistencia externa.
Particularmente en la segunda fase del estudio se observó que quienes pasaron de usar el LLM a trabajar sin ayuda mostraron una conectividad cerebral más débil y menor actividad en redes relacionadas con la atención y el procesamiento activo, lo cual podría tener consecuencias perjudiciales para el aprendizaje a largo plazo.
Por el contrario, los participantes que pasaron de escribir sin herramientas a utilizar un LLM mostraron una mayor capacidad de recuerdo y una reactivación de regiones cerebrales como la occipitoparietal y la prefrontal, asociadas con la creatividad, el procesamiento semántico y la carga de memoria. Estos resultados fueron similares a los observados en el grupo que usó motores de búsqueda, lo que sugiere que la IA facilitó un tipo de procesamiento similar al de la búsqueda de información.
La calidad de los ensayos también reflejó estas diferencias. Los textos generados con ayuda de ChatGPT fueron calificados por los docentes como “planos”, repetitivos y poco originales. Además, los usuarios de IA mostraron dificultades para recordar o citar lo que habían redactado minutos antes, lo que indica un aprendizaje superficial y escasa integración de contenidos.
El estudio reconoce algunas limitaciones, como el reducido número de participantes y el uso exclusivo de ChatGPT en su modo generativo. Se sugiere que futuros estudios deberían considerar los efectos a largo plazo del uso de estas herramientas sobre la memoria, la creatividad y la fluidez en la escritura.
Pero en conclusión, destaca la importancia de utilizar la IA de manera responsable y consciente en la educación, para evitar comprometer el desarrollo cognitivo y las habilidades de aprendizaje de los estudiantes.
Datos a destacar
El estudio revela la importancia de utilizar la IA de manera responsable y consciente en la educación, para no comprometer el aprendizaje de las y los estudiantes.
La conectividad neuronal disminuyó hasta un 55 por ciento cuando personas usaron el ChatGTP, mientras que quienes no usaron la IA, experimentaron una mayor actividad y conexión cerebral.
Texto y fotos: Manuel Pool