El Whatsapp (segunda parte)

Carlos Hornelas 

carlos.hornelas@gmail.com

¿Será que el Whats es culpable de la ansiedad, la neurosis o alguno de estos padecimientos? Hay ocasiones en los cuales alguien sube un tema trascendental en el grupo, por ejemplo, el resultado del fútbol, y las alertas de los mensajes no paran de sonar y uno tiene que revisar si no están avisando que viene un temblor y hay que evacuar y encuentra supinas discusiones de personas con una madurez emocional de un adolescente.

Y cuando bajas el volumen porque entras a una junta o estás en una conferencia o en misa, resulta que ya te mensajeó tu esposa, la celosa, y tienes como 30 líneas pendientes de revisar. No te la vas a acabar. Para ella, el silencio es como si te quitaras el anillo de boda en un Table Dance. Maldito Whats.

Me fastidian los bombardeos de mensajes. Hay personas que no entienden el sentido de la escritura y cada tres palabras envían algo. Ni siquiera tienen gracia para acabar la línea, solo tipean alguna frase y envían, uno tras otro sin parar todas sus ideas hasta saciarse mientras del otro lado hay alguien que no para de recibir pedazos de frases incompletas que solamente muestran nuestra vulnerabilidad como receptores. No se si exista el término para ello, pero es una especie de torpedeo emocional.

Aunque los peores son los tibios. Tibio ni el pozole, ni el deseo ni el odio. En lugar de escribir, en lugar de hablar… graban como dos minutos en los cuales hablan y hablan y entre frase y frase “piensan en voz alta” y “reflexionan” y no desechan las versiones de sus mensajes y uno tiene que soplarse todo para darse cuenta que pudo haber escrito dos frases o llamar al número telefónico. Son dictadores: solo dictan y no esperan respuesta.

Y luego están los que ni graban mensajes, ni escriben: su lenguaje son los memes y los emoticons. Solo ponen un changuito tapándose el rostro o un pulgar hacia arriba, o unas manos que parecen rezar. Algunos de estos los entiendo, porque son obvios, claro, pero hay otros que no lo son tanto. ¿Quién usa el emoticon de un dromedario? ¿Cómo para qué nos sirven las tres diferentes opciones de personas surfeando las olas en las mismas poses y con diferente color?, ¿hay alguna diferencia sustancial entre ellos?, ¿o qué tal el de las Matrioskas?

¿Y qué tal la nueva costumbre de hacer antesala en el Whats para la llamada? Eso es nuevo. Mientras las nuevas generaciones. Todos mis sobrinos y alumnos incluidos no tienen reparo en escribir a la hora que se les da la gana y esperan respuesta inmediata, cuando osas marcar a su número para una llamada normal, para aquello que fue inventado el teléfono… se molestan. ¿Pero porqué no pregunta antes por el Whatsapp si me puede marcar, profe? Es de elemental cortesía, ¿no le parece?

El otro día entré al baño de mi trabajo en la noche, ya no había nadie. O eso creía yo, hasta que empecé a escuchar vocecitas. Al principio pensé que eran mis tripas porque también tenía hambre, pero después se hacía el silencio. Luego otro ruido. Me miré yo mismo al espejo mientras escurría las manos. Nuevamente el silencio. Después, musiquita de corrido tumbao. Eso no puede ser Whats, eso es otra persona al final del día, en el trono, pero con Tiktok.