Cómo elegir una buena guardería

Llevar al niño a la guardería se convierte en una necesidad cuando ambos progenitores trabajan y ningún otro familiar puede hacerse cargo del cuidado del bebé, pero es también una oportunidad para que el niño se relacione con otras personas fuera del entorno familiar y aprenda a convivir con otros niños, sobre todo si no tiene hermanos.

Para los padres resulta muy difícil separarse del bebé y dejarlo en manos de extraños. Lo mejor, antes de tomar una decisión, es pedir referencias, y siempre visitar los centros seleccionados, preguntando todo aquello que les ofrezca dudas. Los padres se sentirán más seguros si el centro elegido cubre sus expectativas, y también transmitirán esta tranquilidad al niño, por lo que la separación será menos traumática.

Siempre que sea posible, lo mejor es que el niño comience la guardería antes de cumplir los ocho meses, porque a esta edad le resulta más fácil adaptarse al cambio; o a partir del año y medio, cuando ya ha adquirido la suficiente autonomía para desenvolverse en un nuevo medio.

Los primeros días es conveniente que el niño pase poco tiempo en la guardería, para que se acostumbre paulatinamente al local, a la compañía de otros niños, y a los adultos que se encargarán de su cuidado.

El local

A la hora de elegir escuela infantil para nuestros hijos unas de las cuestiones básicas sobre las que debemos informarnos bien son las instalaciones del centro que estás considerando. Para ello, a parte de consultar con otros padres y acudir a las visitas de puertas abiertas que suelen celebrar para poder ver de cerca cómo son las aulas, el patio, la zona de juegos o la cocina, hay algunos aspectos en los que debemos fijarnos sobre el local o recinto en el que se ubica la guardería:

-La proximidad al domicilio o al lugar de trabajo de alguno de los padres es importante. Si está cerca del domicilio familiar el desplazamiento será corto (mejor que meter al niño media hora en un coche), y además podrá hacer amigos que probablemente residan en su mismo barrio. Si está junto al trabajo, el progenitor podrá recoger al niño en cuanto salga de trabajar, o acudir con mayor rapidez si surge algún problema.

-La guardería debe estar situada en un edificio de uso exclusivo, o bien en un local de planta baja y primera planta dentro de un edificio que se destine también a otros usos, pero siempre y cuando tenga un acceso independiente desde el exterior.

-El espacio debe estar dividido en un mínimo de tres aulas: una para los bebés de 0-12 meses, otra para los de 12-24 meses, y otra para los de 24-36 meses, además de un aula multiusos. Deben estar diferenciadas las zonas de juego y las de descanso.

-La superficie mínima de cada aula debe ser de 30 m2, y cada niño tiene que disponer de 2 m2 mínimo.

-Debe contar con un patio exterior para que los niños jueguen, con una superficie mínima de 75 m2, directamente accesible desde el centro y que disponga de zonas de sombra. Es aconsejable que tenga también alguna zona techada para que los niños puedan salir los días de lluvia. El patio puede ser interior, pero en este caso debe tener luz y ventilación naturales, y no se puede utilizar para otras actividades.

-Cada aula debe disponer de un aseo, visible y accesible desde la misma, para uso exclusivo de los niños. El personal del centro tendrá su propio aseo, separado del de los niños.

-Las aulas deben estar muy limpias y ordenadas, y tienen que tener ventilación y luz natural.

-El centro debe disponer de cocina o zona para preparar los alimentos (mínimo 15 m2), incluso aunque utilice un servicio de catering, separada de las demás salas. Es importante conocer a la persona que se encarga de preparar la comida, y comprobar que los menús sean adecuados.

La seguridad

Por supuesto, cerciorarnos de que la guardería cumple con las normas básicas de seguridad es fundamental:

-El aula donde están los niños más pequeños, que no podrían salir por su propio pie en caso de ser necesario evacuar el centro, siempre tiene que estar en la planta baja.

-Todos los enchufes o tomas de corriente deben estar a una altura fuera del alcance de los niños y/o con protección infantil. También los radiadores u otros elementos de calefacción.

-Aquellos productos, utensilios y materiales que pueden resultar peligrosos para los niños tienen que permanecer en lugares inaccesibles para ellos.

-Las ventanas tienen que resultar impracticables para los niños.

-No deben existir superficies rugosas o rasposas, aristas en esquina ni escalones, y los suelos deben ser antideslizantes.

-El centro debe contar con un plan de emergencia y evacuación y sistema contra incendios, y la puerta principal de salida debe abrirse hacia el exterior.

Los profesionales que cuidarán de tu bebé son otro de los puntos clave a tener en cuenta cuándo estamos buscando la escuela infantil ideal para nuestros pequeños. La Ley define con bastante claridad los requisitos que debe cumplir una guardería en términos de personal.– Agencias

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