El gobierno de Japón y varias empresas tecnológicas y automovilísticas han acordado una hoja de ruta que sitúa 2023 como el punto de partida para la comercialización de vehículos voladores y su uso extendido en el ámbito urbano.
Tras medio año de reuniones, un comité público-privado formado por unas veinte compañías y los ministerios de Economía, Comercio e Industria y Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo terminó de definir un plan de negocio que contempla normalizar la circulación por el aire en un plazo de cinco años.
“La idea detrás del coche volador es que podemos obtener un precio más razonable que el de un helicóptero o un avión. Además, es más fácil de manejar”, explicó Tomohiro Fukuzawa, CEO de Skydrive, una empresa integrante de este comité que desde hace cuatro años trabaja en la elaboración de un vehículo volador.
El proyecto para desarrollar el turismo de esta compañía ya cuenta con una financiación de más de 5 millones de dólares (4.4 millones de euros) por parte de empresas del sector automovilístico y los gobiernos de Tokio y Japón. Unas 400 personas trabajan para la fabricación del coche volador Skydrive.
Texto y foto: Agencia