Pese a tener varios años laborando en los Estados Unidos, por su estatus de ilegales, los mexicanos no pueden acceder a los servicios de salud
OXKUTZCAB.- Uno de los temas que afecta a los más de 80 mil migrantes yucatecos, que laboran en su gran mayoría de manera ilegal en los Estados Unidos de Norteamérica, es la falta de servicios médicos.
Aunque hay varias ciudades consideradas como santuarios, porque a pesar de que carecen de documentación migratoria, viven y trabajan sin ser molestados, y donde la mayoría de ellos utilizan identificaciones y números de seguro social falsos, esto para que las compañías en donde ellos laboran pueden justificar sus contrataciones laborales.
Los migrantes que utilizan un ID y Seguro Social falso les descuenta esta prestación, pero ellos no pueden ser beneficiarios de los servicios de salud como todos los ciudadanos residentes.
En varias ocasiones, recurren a servicios médicos de consulta de odontología con doctores o dentistas latinos, quienes tampoco tienen licencia reconocida para ejercer su profesión, por lo que dan el servicio de forma clandestina.
Los migrantes nunca tendrán una pensión a pesar de qué hay miles de migrantes yucatecos que han trabajado en ese país por varias décadas.
Son muy pocos los que han conseguido residencia en ese país o sus hijos por ser nacidos en Estados Unidos, lo que los hace beneficiarios de todos los servicios y derechos del país vecino.
Entre los requisitos que se necesitan para obtener una residencia permanente son: tener al menos 18 años de edad al momento de presentar el Formulario N-400.
Demostrar una residencia continua en los Estados Unidos durante al menos 5 años antes de la fecha de la presentación del Formulario N-400, entre otros.
Demostrar que ha estado físicamente presente en los EE.UU. durante al menos 30 meses de los 5 años inmediatamente anteriores a la fecha de presentación del Formulario N-400
Poder leer, escribir y hablar inglés básico
Tener una comprensión básica de la historia y el gobierno de los Estados Unidos (civismo)
Ser una persona de buen carácter moral.
Texto y foto: Bernardino Paz
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