En qué consiste y cómo tratar el trastono bipolar

El trastorno bipolar, también conocido como trastorno maníaco depresivo, es una enfermedad mental que se caracteriza por la alternancia de fases depresivas y de euforia (manía), y que tiene tendencia a volverse crónica. Cuando un paciente pasa de un trastorno a otro, se dice que vira, y los episodios también pueden precipitarse por medicación, cambios climatológicos, alteraciones sociales…
La tristeza y la alegría se consideran reacciones normales en las personas ante determinadas situaciones de la vida. En el primer caso es natural sentirse afligido ante una pérdida o privación (muerte o separación de un ser querido, despido laboral, enfermedad, desengaño…); al igual que los éxitos, los deseos cumplidos y cualquier acontecimiento agradable, nos provocan alegría.
Sin embargo, cuando los trastornos afectivos resultan excesivos, o se prolongan demasiado en el tiempo, pueden llegar a ser patológicos y requerir atención médica.
El trastorno bipolar afecta por igual a hombres y mujeres, a diferencia de la depresión que es más frecuente en mujeres. Lo más frecuente es que la enfermedad se manifieste por primera vez entre los 10 y los 24 años, y se ha observado una mayor incidencia de trastornos afectivos entre las personas separadas y divorciadas, así como en aquellos que poseen un mayor nivel socioeconómico.
Los episodios depresivos se tratan igual que en una depresión, pero en estos pacientes los antidepresivos pueden desencadenar episodios de manía, por lo que se usan fármacos estabilizadores del ánimo, y especialmente el litio, que se emplea para prevenir las recaídas, ya que el trastorno bipolar es una enfermedad que suele cronificarse.

LITIO

El litio tarda en actuar unos 7-10 días, por lo que cuando se emplea para tratar un episodio maníaco grave se suele asociar a fármacos antipsicóticos como el haloperidol.
Para comprobar su eficacia y los posibles efectos secundarios (que pueden incluir temblores, náuseas y vómitos, alteraciones de las hormonas tiroideas, contracturas musculares, diarrea y aumento de la cantidad de orina, aumento de peso…), y ajustar correctamente las dosis, el médico solicita análisis de sangre periódicamente para controlar los valores de litio en la sangre del paciente.

ANTICONVULSIVANTES

Tanto la carbamacepina como el ácido valproico son estabilizadores del ánimo eficaces en el trastorno bipolar, y que se usan como alternativa al litio en casos resistentes, intolerancia a los efectos secundarios o en aquellos pacientes en los que esté contraindicado el uso del litio. Estos dos fármacos parecen ser especialmente eficaces en los pacientes que pasan del estado depresivo al maníaco en poco tiempo.
Las mujeres que estén en tratamiento con litio y deseen quedarse embarazadas, deben comunicarlo a su médico, que valorará los riesgos de suspender el tratamiento, ya que este medicamento puede provocar malformaciones en el feto. También la carbamacepina y el ácido valproico, administrados durante el embarazo, se asocian con defectos del tubo neural en el feto, entre otras posibles malformaciones. Además, es necesario tener en cuenta que todos estos medicamentos se excretan por la leche materna.

PSICOTERAPIA

El trastorno bipolar es una enfermedad crónica y el tratamiento farmacológico debe seguirse durante muchos años, e incluso de por vida. Por este motivo, la psicoterapia se recomienda para ayudar a los pacientes a continuar con el tratamiento, y también para que tanto ellos como sus familiares comprendan mejor la enfermedad y estén preparados para afrontarla mejor.

 

Texto y foto: Agencias

 

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