Fieles a la creencia de que una semana después de que los “pixanes” llegaron de visita al mundo de los vivos deben regresar al más allá, los habitantes de la comunidad de Nohuayún, ubicada a escasos 3 kilómetros de Tetiz, su cabecera municipal, participaron la noche del jueves en la representación del recorrido de las ánimas, acompañando a los alumnos de la telesecundaria y telebachillerato que además, realizaron su tradicional muestra de altares.
En el interior del estado, se celebra “el bix” u ochavario, donde a los ocho días de la festividad de muertos, se acostumbra comer el famoso “pib” para despedir a las almas y que se vayan bien provistas de la esencia de los alimentos que acostumbraban comer en casa. En este evento que se realizó a partir de las seis de la tarde y hasta pasadas las diez de la noche, no podía faltar el camino de velas, ni los altares de siete niveles que según explicaron los jóvenes representan hasta el inframundo.
Y al más puro estilo campesino, mujeres elaboraban sus tortillas en el comal, a las que les untaban manteca de xix de chicharra, y sal, un delicioso bocadillo para esperar a que se repartieran los pibes acompañados de un sabroso atole o chocolate. Fueron más de 800 personas las que acudieron a este magno evento que se realizó a iniciativa de la autoridad municipal que encabeza Catalino Poot.
Hay que destacar que, para preservar debidamente esta tradición, desde un día antes, los maestros acompañaron a los jóvenes a buscar el huano y a cortar las maderas y bejucos que utilizaron para la elaboración de sus altares.
Las señoras de la comunidad y las maestras enseñaron a los jóvenes el proceso de la elaboración del atole y la masa, y también de los significados que tienen las jícaras, las flores y las frutas que se colocaron en lo altares.
