Carlos Pérez
carper165@hotmail. com
Hay un tema central en las empresas que nos está preocupando hoy en día, sobre todo en un contexto donde las noticias se transmiten a la velocidad de un clic, donde las malas prácticas ya no se pueden esconder, que un pequeño error, se convierten rápidamente en un escándalo que afecta la confianza y, con ello, la reputación de una marca; por eso poner en acción el ejercicio de la ética es un requisito indispensable para sobrevivir en el mercado.
Son varias las empresas que todavía ven la ética como un simple discurso para mejorar la opinión de sus diferentes stakeholdrs, por ejemplos, Algunas presumen estrategias a favor del medio ambiente que en realidad no practican, otras mencionan constantemente de bienestar laboral mientras tienen ambientes de trabajo tóxicos, y como siempre no faltan las que maquillan números con la finalidad de atraer a los consumidores. Lo más grave de lo anterior que estas acciones se han normalizado, por eso se exige coherencia entre lo que una empresa dice y hace.
En nuestro país, los desafíos de ejercer la ética son aún mayores. Hablar de corrupción, evasión fiscal, la discriminación y la falta de transparencia son temas frecuentes; Si bien hay marcas que han hecho esfuerzos serios por modificar su conducta, muchas otras aún caen en poner de prioridad la parte económica, es decir, las ganancias por encima de su responsabilidad.
Aunque la respuesta ante qué podemos hacer no es difícil, las empresas en México si pueden adquirir un compromiso con acciones como: Vivir la ética desde adentro, hablar con transparencia, ser parte de la comunidad; finalmente la ética además de ser un valor moral es una inversión que fideliza clientes y desarrolla una reputación.
En nuestro país existen varias certificaciones que pueden ayudar a manifestar un compromiso ético entre ellas: Empresa Socialmente Responsable (ESR), entregada por el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), Norma Mexicana en Igualdad Laboral y No Discriminación (NMX-R-025-SCFI-2015), ISO 37001 Antisoborno y ISO 26000 de Responsabilidad Social, que, aunque son internacionales, están disponibles en México.
En un entorno donde la reputación se puede destruir en segundos, la ética ya no es opcional, las empresas mexicanas tienen que manifestar su compromiso con principios de confianza ¿Qué acciones haces para un buen ejercicio de la ética?




