El Estado fue uno de los primeros lugares del país en presentar el cinematógrafo y también de los primeros en establecer espacios para su disfrute
La Plaza Grande de Mérida, el barrio de Santa Ana y algunos predios aledaños, en estos días son escenario para la filmación de una película que para Netflix estelarizan Esther Expósito y Juan Pablo Medina, entre otros artistas, pero este tema de las producciones cinematográficas es algo que sin duda apasiona a los yucatecos, y al respecto, importante es destacar que fue en nuestro estado donde se hizo el primer largometraje mexicano.
De hecho Yucatán fue uno de los primeros lugares de México en presentar el cinematógrafo y también de los primeros en establecer espacios comerciales para su disfrute y estos primeros esfuerzos fueron logrados principalmente gracias a la colaboración de Manuel Cirerol Sansores y Carlos Martínez Arredondo, que había estudiado ingeniería y química fotográfica.
En 1914, Cirerol Sansores, con una cámara Ensing, se convirtió en el primer camarógrafo yucateco que filmaba escenas de una revuelta, en esta ocasión la del coronel Abel Ortiz Argumedo que se levantó contra el régimen de Carranza; también fue al rancho “Tacubaya” de Hunucmá para filmar escenas del Campamento del General Rebelde Lino Muñoz.
A fines de ese año 1914 Cirerol Sansores, Carlos Martínez de Arredondo y Edipo Castillo fueron a Progreso para filmar escenas del cañonero “Progreso”, hundido por los argumedistas. “La llegada de los camarógrafos yucatecos fue en los últimos momentos del cañonero que sólo tenía fuera del agua la cubierta”, cita el periodista Luis Ramírez Aznar, en su artículo “De Cómo se hizo Cine en Yucatán”, publicado en la Revista Universitaria.
Estimulados por el éxito sin precedente de sus primeros filmes, Cirerol Sansores y Martínez de Arredondo formaron una empresa que denominaron Cirmar Films, que se considera la primera distribuidora y casa productora del estado, así como una de las primeras del país. Sus primeras producciones fueron “ La Voz de su Raza” (1914) y “Tiempos Mayas” (1915).
Fue el 27 de julio de 1916 cuando estrenaron la película considerada el primer largometraje de ficción de la historia del país, con actores yucatecos y en escenarios yucatecos. “1810” o “Los Libertadores de México” fue el título de la obra estrenada en el Teatro José Peón Contreras en la Ciudad de Mérida y que posteriormente culminaría su éxito al ser presentada en el Teatro Hidalgo de la Ciudad de México y otros recintos del país, y fue tanto el éxito que se cuenta que los promotores se peleaban la oportunidad de reestrenar la película e incluso desplazaban funciones de otros países con tal de tenerla en cartelera. Críticos nacionales y estadounidenses alababan la obra.
El segundo largometraje de Cimar Films sería «El amor que triunfa» (1917). Respecto de esta película el investigador Gabriel Ramírez comenta en su obra Crónica del cine mudo mexicano:
En Mérida, la activa Cirmar Films emprendería a principios de 1917 su segundo largometraje, “El amor que triunfa” basado en la zarzuela “Amor que huye de Pardo y Torregrosa”, e inspirada en la pieza “La dicha ajena” de los hermanos Álvarez Quintero. La dirección sería de Cirerol Sansores y la fotografía de Martínez de Arredondo, siendo los intérpretes principales la primera tiple cómica María Caballé y el actor cómico Romualdo Tirado.
A éstos los secundaban los miembros de la compañía de opereta y zarzuela que actuaban en aquellos días en el Teatro Principal. La película, a la que seguramente aportó parte del presupuesto el empresario Artaldo Erosa, fue estrenada en avant première en el Teatro Peón Contreras el 15 de abril de 1917.
Texto y fotos: Manuel Pool