Aunque en México no existen estadísticas del trastorno del espectro autista (TEA), el director de la Clínica “Hablemos de Neurodiversidad”, Oswaldo May, estimó que en Yucatán hay entre un millar y dos mil personas detectadas con esta discapacidad.
El también organizador del Simposio Regional sobre Autismo, que se realizó en el auditorio del Centro Cultural Olimpo, explicó que en México no hay estadísticas claras, pero se estima que una persona de cada 150 padece este trastorno.
El evento, en el que hubo ponencias y mesas paneles, se realizó en el marco del Día Mundial de Concienciación sobre este padecimiento.
Los trastornos del espectro autista (TEA) son discapacidades del desarrollo causadas por diferencias en el cerebro. Algunas personas con TEA tienen una diferencia conocida, como una afección genética. Todavía no se conocen otras causas. Los científicos creen que los TEA tienen múltiples causas que, al actuar juntas, cambian las maneras más comunes en las que las personas se desarrollan.
El psicólogo dijo que con el evento se busca generar mayor conciencia y aceptación del espectro autista, pues no sólo es detectarla, no sólo es saber que están allí, es abrirles oportunidades en los diferentes sectores sociales: escuela, trabajo, vida social, de pareja, entre otros.
Indicó que tiene 15 años trabajando con población autista y ven las necesidades que surgen.
Mencionó que los retos son sexual y social, son más proclives de sufrir bullying, depresión, tienen que enmascarar y cumplir con ciertos parámetros sociales.
Sobre el porcentaje que logra detectarlo a tiempo y la importancia de recibir tratamiento –ya que incluso puede darse de que algunos requieran fármacos– señaló que se habla sólo de detección temprana, que quiere decir a los tres años.
“Se enfocan muchos esfuerzos en detectarlo en niños, pero también se detecta en adultos y esto es importante se desmitifique, pues los adultos pueden tener esta condición”, recalcó.
En los últimos años se ha detectado más casos en mujeres, cuando antes más varones lo padecían.
Aprovechó para dar un mensaje en el que dijo que hay que conocer, involucrarse en estas situaciones, dejar de mitificar las condiciones mentales.
Antes en su intervención, explicó que para este trastorno no existe una especie de “autistómetro” que pueda detectar la enfermedad, no es como el caso del diabético que se realiza una prueba de glucosa, en el caso del autismo se tiene que estar viendo diferentes patrones conductuales y recurrir a varios especialistas.
Hubo una mesa panel de mujeres autistas, en donde mencionaron de un caso en que una hasta siendo adulta y en la maestría se dio cuenta que tenía autismo leve.
Al señalar su caso, indicó que ella estudió para ser maestra de educación especial y fue sombra de un estudiante, y en el reporte que le daban es que decían que el pequeño era obsesivo para realizar las cosas, no socializaba y a ella lo primero no le pareció mal.
Texto y foto: Darwin Ail