El sector salud cerró el sexenio anterior con irregularidades por cinco mil 761.1 millones de pesos.
En la Cuenta Pública 2018, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó anomalías en el Issste, el IMSS y el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) relativas a salida irregular de medicinas, incumplimiento en la distribución de monederos electrónicos, sobrecosto en obras y opacidad en contrataciones.
El Issste pagó 420 millones de pesos a una empresa por monederos electrónicos cuya totalidad nunca recibió, ni acreditó su entrega a los derechohabientes. Además, desembolsó 9.4 millones adicionales para atender quejas de los trabajadores que tuvieron problemas con los saldos de sus monederos. Aunque estuvo al tanto de esta irregularidad, no gestionó la recuperación del monto.
En el INER hubo pérdidas por 1.8 millones de pesos en la salida de farmacia de sulfato de morfina y citrato de fentanilo, utilizados en cuidados paliativos. La ASF detectó que se tramitaron recetas alteradas para sacar estos derivados de opioides.
El INER tampoco aseguró las mejores condiciones de precio en la adecuación de un almacén, farmacia y mantenimiento operativo, así como en el reforzamiento de una barda perimetral.
En tanto, el IMSS no pudo explicar cuatro mil 23 millones de pesos en contrataciones al no tener un sistema que integre el registro y control de los pedidos de bienes.
El Issste, IMSS y el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias fueron señalados por la ASF por salidas irregulares en su farmacia de medicinas derivadas de la morfina y fentanilo, incumplimiento en la distribución de vales de despensa y contratación de bienes.
Texto y foto: Agencias