Entonces es la educación y no la economí­a.

En política no existen las coincidencias, lo que predomina son los intereses y las intenciones que se derivan de estos, lo que se impone es como estos elementos se entrelazan para convertirse en estrategias.

Usualmente esto provoca que aspectos de importancia, puedan llegar a ser utilizados como plataformas que fortalecen objetivos genuinos, pero que al mismo tiempo encubren otros propósitos. 

Por ejemplo, en el pasado reciente la prioridad oficial era el combate a la pobreza, derivado de esta tendencia se podía pensar que la Secretaria de Desarrollo Social, dependencia encargada de este rubro, fortalecida económica e institucionalmente para ello, era el escenario ideal para construir proyectos electorales.

Sin embargo las circunstancias cambian según coyunturas que atienden mas a perfiles personales que institucionales, relacionadas mas con los calendarios electorales que con la lectura de las prioridades.

Desde este punto de vista, acontecimientos recientes, que evidentemente no son casuales, hacen deducir que hoy el segmento mas importante para el gobierno es el educativo.

Sin pretender limitar su trascendencia, llama la atención que de acuerdo a la situación actual, según los parámetros que miden el comportamiento general del país, se privilegie la atención a la educación por encima de otros rubros que exigen acciones mas urgentes.

Por supuesto que esta tendencia no puede ser circunstancial, cuando persiste un grave problema de inseguridad, cuando atravesamos una crisis monetaria y los índices de crecimiento económico se han estancado a pesar de las promesas de campaña.

Cuando la sociedad exige un autentico combate en contra de la corrupción, elemento que adicionalmente lesiona profundamente el concepto de credibilidad, que afecta en general a toda la clase política sin distingo de su pertenecía partidista.

En el análisis estrictamente político con miras a la próxima sucesión presidencial, no hay ningún sector de atención gubernamental que pueda considerarse exento de ser calificado negativamente.

En el balance previo a la contienda electiva, el régimen necesita ubicar los espacios mas adecuados, desde donde sus precandidatos puedan establecer sus respectivos posicionamientos individuales.

Evidentemente esto implica lograr un mínimo desempeño adecuado, que favorezca la construcción de simpatías que finalmente puedan reflejarse en términos de popularidad.

Es por ello que no puede ser una coincidencia que desde el arribo de Aurelio Nuño a la Secretaria de Educación, este concepto se haya convertido en el mas importante para el gobierno, en ello hay un interés, una intención manifiesta, ese es el mensaje.

En el discurso oficial, hoy todos los aspectos se entrelazan con la materia educativa, además se diseño un esquema de financiamiento especial para dotar de mas recursos a la dependencia para invertirlos en infraestructura.

Lo que mas se nota en la acción de gobierno es precisamente la inversión en infraestructura, lo que además supone como consecuencia una presencia permanente en las entidades y en los medios de comunicación.

Hasta donde la analogía lo permite, en este gobierno la Secretaria de Educación Publica es la nueva Sedesol, la portadora de las buenas noticias y haciendo a un lado el conflicto magisterial, la renovada cara amable del gobierno.

Visto así, la ecuación da como resultado que el precandidato oficial del régimen para la sucesión presidencial es Aurelio Nuño, a quien se le ha diseñado y construido un escenario para poder desplegar una actividad intensa y permanente.

Pero no solo ello, también un perfil sobrio, enérgico y efectivista, que son los valores que en los Pinos seguramente identificaron como los mas congruentes con su personalidad, que eventualmente podrán ser los principales argumentos de su futura oferta política.

Nuño Mayer paso de ser, si bien el todopoderoso Jefe de la Oficina de la Presidencia, al mismo tiempo un personaje arropado por la protección que otorga esa posición, a transformarse en el protagonista del sistema.

La metamorfosis exige un alto nivel de exposición, pero a través de un gran cuidado de la imagen, una especie de escudo de la que ningún Secretario de Educación había gozado jamás en el pasado.

En el propósito se escogió estratégicamente la Secretaria de Educación Publica, seguramente después de un análisis de circunstancias en el cual se pondero el equilibrio entre las dificultades y los beneficios.

Sin embargo eso no limita que se corra el riesgo de utilizar la educación como una bandera política para hacer proselitismo, pero en todo caso esto obedece a que es el sector en el cual, al menos pueden haber mas y mejores resultados tangibles y de corto plazo.

La mala noticia es que esto significa que ni en el combate a la pobreza, en la economía, la seguridad y el combate a la corrupción, podemos esperar por descontado grandes avances o soluciones.

De cualquier forma esta intención en curso, por muy clara que se identifique no define todavía, no se puede hacer de lado la presencia de Manlio Fabio Beltrones, que desde la presidencia del PRI, ya se ha convertido en el candidato de la militancia.

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