La exenfermera de 51 años, Jayne Carpenter, llegó al hospital en el Reino Unido por un cuadro de tos. Sin embargo, terminó conla amputación de sus dos piernas y un brazo.
Cuando la mujer llegó al hospital, fue atendido por personal médico, mismo que no pudo encontrar con un diágnositoc concreto. Por lo que su condición empeoró hasta que entró en coma.
Es por eso que los médicos tuvieron que amputarle sus extremidades para que pudiera sobrevivir.
La recuperación fue lenta y dolorosa, tanto que dejó secuelas emocionales que Jayne pudo superar gracias a que su novio nunca la abandonó.
El pasado 3 de septiembre Jayne empezó una campaña de recaudación de fondos para una cirugía y una prótesis de nueva generación que la ayudaría a llevar una vida más “normal”.