La silvicultura y otros usos de la tierra, principalmente la ganadería, en México, aportan 19% de los GEI
El 19 por ciento de los Gases de Efecto Invernadero (GEI), que se generan en México, provienen de la agricultura, la silvicultura y otros usos de la tierra, principalmente la ganadería.
En el campo mexicano, agostaderos y ranchos con vacas, es donde se produce la mayor cantidad de emisiones anuales, sólo detrás del Sector Energía, que ocupa el primer lugar a nivel nacional con el 64 por ciento de los GEI.
La llamada categoría AFOLU (Agriculture, Forestry and Other Land Uses), suma 140 millones de toneladas de CO2 equivalente al año, entre metano (CH4) y óxido nitroso (N20), que representan el 13.2 por ciento del total.
Estos dos gases responsables del calentamiento global, son resultado del mal manejo de las excretas y la fermentación entérica que se desarrolla al interior del aparato digestivo de estos animales de granja y que sale expulsada a través de sus eructos a la atmósfera.
De acuerdo al Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), la población de bovinos en México es de aproximadamente 35.2 millones de cabezas.
Se estima que una vaca lechera de 650 kilogramos de peso puede eructar hasta 500 litros de metano al día, equivalentes a 232 kilos.
Las especies rumiantes (vacas, cabras, ovejas, búfalos), expulsan el 95 por ciento del metano y óxido nitroso que generan en los eructos y la respiración, y el resto a través de los pedos o flatulencias.
Intervenciones
Ante esta escatológica realidad, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc), consiguió presupuesto internacional para impulsar durante los próximos cinco años, dos ambiciosos programas de mitigación y adaptación para la restauración de ecosistemas y la reconversión productiva de la ganadería.
Conecta (Conectando la Salud de las Cuencas con la Producción Ganadera y Agroforestal Sostenible) y Ríos (Restauración de Ríos para la Adaptación al Cambio Climático) se desarrollarán de la mano con comunidades de Chiapas, Veracruz, Jalisco y Chihuahua.
Daniel Lura González, director de Análisis de la Vulnerabilidad al Cambio Climático del Inecc, explicó que después de un proceso de dos años para conseguir el financiamiento, ahora se encuentran trazando la hoja de ruta de los proyectos.
Detalló que lo importante es focalizar las inversiones en los sitios que otorguen un mejor costo-beneficio, identificando claramente la problemática y ubicando los actores institucionales, productores y organizaciones sociales que trabajan en el territorio.
El maestro en Ciencias resaltó que algunas de las soluciones basadas en la naturaleza que quieren realizar son la reforestación inteligente en zonas de pastoreo para mantener secuestrado el dióxido de carbono; manejo de excretas y su aprovechamiento en la generación de biogás, así como el uso racional del agua en lo que se denomina ganadería regenerativa.
Además de la conservación y rehabilitación de suelos en los sistemas riparios (planicies inundables), para que las laderas tengan una mayor estabilidad y detengan los sedimentos y contaminantes antes que lleguen a los ríos.
Es vital realizar prácticas sustentables en la densidad del ganado, rotación y cambio en su alimentación para promover el menor impacto posible. En comunidades donde hay enfermedades causadas por coliformes, tenemos que impedir, por ejemplo, que las vacas entren a los ríos, como parte de un manejo integrado del paisaje con enfoque de cuenca”, agregó.
Daniel Lura González señaló que todas estas acciones deben reflejarse en mayores ganancias para los productores y una mejora del paisaje, “porque si no nadie juega”.
Texto y foto: Agencias