Salvador Castell-González
La escasez de agua en México afecta a varias entidades, incluyendo la Ciudad de México.
La sequía ha disminuido los embalses y el Sistema Cutzamala, que abastece el 25% del líquido en el Valle de México, está en un 40.1% de su capacidad.
Este anuncio vino con el aviso de que no hay agua suficiente para terminar el año obligando a las autoridades a lanzar programas como “Agua en tu colonia”, que sirve para que los ciudadanos puedan ver los horarios de abastecimiento ya que se ha aplicado la prestación del servicio por horarios.
Hay que recordar que este no es un problema nuevo. Hace un año, Monterrey enfrentó tambien una grave crisis de agua. Los embalses estaban en niveles críticos, y las autoridades tambien tuvieron que implementar restricciones de suministro. La comunidad se unió para conservar el recurso, pero la sequía no daba cuartel. Uno de los temas más discutidos durante esta crisis fue la aplicación de técnicas de siembra de nubes, que hoy sigue siendo discutido si es o no viable.
En Yucatán, la situación del agua es paradójica. Aunque abundante en cantidad, su calidad es motivo de preocupación. Según la Conagua, en 2020, la calidad de cloración del agua en Yucatán fue de 71.95%, ubicándose como la segunda entidad con peor calidad a nivel nacional.
La falta de cultura en la cloración y la preferencia por extraer agua de pozos artesianos sin filtrar son un tema que se ha tratado desde hace año. Además, hoy la realidad es que no tenemos un dato cierto del nivel de contaminación del agua y es necesario implementar un sistema mucho mas intensivo de monitoreo.
La gestión sostenible es crucial para preservar este recurso vital, debemos cambiar las estrategias como aseguramos la proveeduría del recurso. Una de las estrategias emergentes, aunque no nuevas las llamadas Soluciones Basadas en la Naturaleza son esenciales.
Este enfoque sostenible del agua aprovecha los procesos naturales para mejorar la gestión del agua. Estas soluciones pueden ser tan sencillas como la captación de agua pluvial mediante techos y superficies; los humedales artificiales en lugar de plantas de tratamiento; la restauración del suelo para favorecer la recarga natural de acuíferos; incluso una solución tan sencilla como restaurar y regenerar nuestros bosques para recuperar la capacidad natural de captación de agua de lluvia y favorecer los procesos naturales del ciclo del agua.
Otra nueva tendencia en la gestión del agua son los productos biotecnológicos como el uso de microorganismo para disminuir el impacto de la contaminación del agua. Estas estrategias aprovechan la función natural de estos microorganismos en los ecosistemas para prestarnos servicios ambientales sobre pedido.
Estas soluciones no sólo abordan la escasez, sino también la calidad del agua. ¡La naturaleza puede ser nuestra aliada en la búsqueda de un suministro hídrico más resiliente!.
Cuidemos el agua, dale el valor que se merece.