Por María de La Lama
La palabra escrúpulos me gusta mucho para hablar de ética. Ilustra muy bien por qué un tipo de conservadurismo me da confianza; es información muy valiosa acerca de si alguien es digno de confianza o no. Es un concepto que habla acerca de las virtudes morales que más me importan.
“Escrúpulo: Duda e inseguridad que una persona sufre acerca de la bondad o licitud de una acción.”
La duda de cierta forma es conservadora, porque invita a la parálisis antes que a la acción. En ese sentido los escrúpulos son conservadores, como en general el escepticismo.
Aunque no es tan fácil. Para hacer o pensar algo diferente, y llevarle la contraria a los conservadores, hay que dudar del statu quo. ¿Entonces, el escepticismo es conservador, o liberal? Me parece una pregunta divertida.
Los conceptos de fe y de esperanza, y la diferencia entre ambas, sirven para responderla. El escepticismo acerca del futuro es conservador (falta de esperanza), pero el escepticismo acerca del pasado (falta de fe) es liberal. Hoy sin duda está más de moda la esperanza que la fe.
Estaría interesante preguntarle a un liberal qué escepticismo está más justificado.