Pese a exhortos e intentos de iniciativas para prohibir los agroquímicos peligrosos, se siguen usando, ya que permiten una mejor producción agrícola, señalan
Pese a los exhortos para evitar los agroquímicos en el campo, sólo se ha logrado reducir poco su aplicación, por lo que ambientalistas y dirigentes de uniones campesinas esperan con ansias el proyecto del Gobierno federal para una fábrica de pesticidas ecológicos, a fin de que pueda poner freno al uso de los que son contaminantes.
En entrevista para Peninsular Punto Medio, el directivo de Ciudadanos Hartos A.C. (Chac) Heyder Gabriel Solís Noriega, confió en que el proyecto de la fábrica de abonos “no nazca muerto”, como su- cedió con el programa de Gas Bienestar, ya que el uso indiscriminado de pesticidas contamina el agua y hay indicios de que provocan cáncer.
Como se sabe, hace un tiempo en Yucatán se quiso prohibir su uso, pero ganaderos del oriente del estado se opusieron. Por su parte, el dirigente de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (Unorca), Pablo Duarte Sánchez, consideró que es una decisión difícil, pero que primero está la salud.
“Es cierto, se reducen márgenes de ganancias, pero hay que tener en cuenta que el suelo es kárstico y los residuos agroquímicos terminan en el agua”, comentó. Brasil es un caso extremo, debido a que la selva del Ama- zonas está desapareciendo y surgen ranchos en los que se fo- menta la siembra de pasto, pero usando pesticidas que terminan en el mar y que propician el crecimiento de sargazo que no solo perjudica a ese país, sino que llega a otros lugares. Esos kilómetros de algas causan la muerte de animales y pestilencia en los puertos.
De acuerdo al Laboratorio de Oceanografía de la Universidad de Florida, en febrero de 2023 se detectaron 13 millones de toneladas de sargazo en el océano Atlántico, cifra récord que afectó al Golfo de México en los primeros meses de este año.
El sargazo es una macroalga que pertenece a la especie Sargassum. Estos organismos flotantes pueden alcanzar gran- des extensiones y se desplazan según la corriente del mar por lo que, dependiendo de las condiciones meteorológicas, arriban a las playas del Caribe Mexicano por temporadas. Si bien el sargazo cumple con im- portantes funciones que benefician el equilibrio ecológico de los océanos, una vez que llega a la costa empieza su descomposición y emite ácido sulfhídrico, por lo que en grandes cantidades puede ser tóxico para los humanos y otras especies.
Solís Noriega señaló que existe una larga lista de 30 pesticidas que están prohibidos como el lindano y glifosato, que no únicamente pueden dañar al campesino, sino también a su familia y que los residuos pueden terminar en el agua. Explicó que los recipientes de estas sustancias suelen no acabar en un contenedor espe- cial para su destrucción.
“Son contaminantes, son como los aceites usados de los automóviles que deben ser llevados a un lugar especial para ser desechados. En el caso de los campesinos, quedan residuos en su ropa, la cual debería lavarse por separado al resto de la ropa de la familia parar evitar riesgos”, comentó.
El glifosato (N-fosfonometilglicina, C3H8NO5P, CAS 1071-83-6) es un herbicida de amplio espectro, desarrollado para eliminación de hierbas y de arbustos, en especial los perennes. Es absorbido por las hojas y no por las raíces. Se puede aplicar a las hojas, inyectarse a troncos y tallos, o pulverizarse a tocones como herbicida forestal.
Señaló que actualmente en una granja de Chapab utilizan un biofertilizante que elaboran con el lodo de los puercos y lo obtenido en los cultivos es para la comunidad.
“Lo que sucede es que los dueños de esa granja son cubanos y están acostumbrados a desarrollar técnicas ecológicas por cuestiones de recursos”, explicó.
Por su parte, Duarte Sánchez expresó que con los herbicidas prohibidos se limpian de hierba los terrenos y se abaratan costos, pero estos pueden resultar hasta cancerígenos.
Cuestionado sobre quienes afirman que dichas sustancias se deben utilizar porque el terreno en Yucatán es laja y complica el rendimiento de los cultivos, señaló que la agricultura que se realiza es de autoconsumo, ha sido de técnica milenaria y los antepasados la llevaban a cabo sin pesticidas.
Dijo que también por cuestiones del Tratado Comercial de México, Estados Unidos y Canadá (T-Mec) se prioriza, por ejemplo, comprar maíz contaminado a Estados Unidos en lugar de apoyar a los productores mexicanos.
Cortometraje
La agrupación ambientalista Chac actualmente da un viraje, ya que realiza un cortometraje en el que aborda el problema de la contaminación del agua, que tiene sus causas en los pesticidas, fecalización, lixiviados y los sectores porcícolas, avícolas, industrial y urbano.
Para esta labor se sumó Án- gel Martínez Palafox, directivo de la empresa Martínez Palafox: asesoría empresarial y de marketing, y esperan que sea de un trabajo de 30 minutos, pero podría superar ese tiempo.
Solís Noriega indicó que el proyecto tiene como objetivo recopilar y visibilizar el trabajo científico llevado a cabo por ciudadanos hartos, científicos y catedráticos des- de 2017 hasta la fecha.
El cortometraje, que ten- dría un costo de $30 mil a 50 mil pesos se filma en la capital yucateca y contará con la participación de científicos como Eduardo Batllori Sampedro y Ángel Polanco, así como de la candidata a la gubernatura por Movimiento Ciudadano, Vida Gómez, quien fue la que promovió una iniciativa de ley del agua que realizaron y que se quedó en la congeladora del Congreso del Estado.
Martínez Palafox seña- ló que no dudó en sumarse al proyecto, pues brinda un diagnóstico de la contaminación del agua y ahora, en un lenguaje cinematográfico, se buscará hacer conciencia.
“Queremos que cada espectador no solo comprenda, sino que sienta la urgencia y la importancia de abordar este problema. La emoción es un poderoso motor para el cambio”, afirmó.
Texto y fotos: Darwin Ail