¿Estamos listos para “regresar” a la normalidad?

Jhonny Eyder Euán
jhonny_ee@hotmail.com

A las dos o tres de la tarde no se soporta estar en la calle. Hay un calor sofocante en muchas ciudades del país, muy habitual de mayo, cuando escasean las lluvias y se registran altas temperaturas de hasta 45 grados. Simplemente no se aguanta caminar bajo el sol, menos cuando te llenas de sudor y empapas la mascarilla que te protege del coronavirus, pero que también te sofoca y harta y quisieras quitar y arrojar al primer basurero que te encuentres.

A veces no aguantamos los cubrebocas, pero, a lo mejor es tiempo de preguntarnos si estamos listos para olvidarnos de su uso. Lo comento porque hay novedades sobre la pandemia: hay entidades de la República que han eliminado la obligatoriedad de las mascarillas en espacios abiertos y cerrados. Me refiero a Baja California, Guanajuato, entre otros estados.

Esta nueva medida tiene el sustento de bajos números de contagios, hospitalizaciones y muertes. Al parecer, la noticia es buena, pero, ¿qué tanto lo es? Para muchas personas mayores significa un alivio no tener que cubrirse la boca cuando tienen que andar por la calle durante el día. Ya no sentirán que se ahogan con tanto calor, como le pasó a un par de ancianos cuya deshidratación salió en las redes sociales.

Para algunos jóvenes es algo bueno a secas. Dicen que no dejarán de usar el cubrebocas en señal de respeto para quienes deciden continuar protegiéndose. Otros opinaron que ahora es difícil olvidarse de las mascarillas, “es sentir que eres mucho más vulnerable que antes”.

Con un clima caluroso como el que predomina en Yucatán es complicado tener que moverse durante el día, entre la gente, el tránsito, sobre todo en el centro de la ciudad de Mérida, donde no hay muchos árboles que den sombra.

Sería polémico imaginarse ese escenario cotidiano sin usar cubrebocas. Por ahora, en la urbe yucateca continúa siendo obligatorio su uso al salir, aunque, ¿hasta cuándo?, ¿será tiempo de hacernos a la idea de volver a lo de antes?, ¿estamos listos para “regresar” a la antigua realidad?

Son muchas las preguntas que uno puede hacerse cuando vaya a salir a la calle un mediodía de mayo de 2022 en cualquier punto del país, después de más de dos años de pandemia y miles de muertes por contagios masivos, accidentes automovilísticos, crímenes, ataques armados y/o cualquier otro suceso mortal.