¿Estás buscando a tus ancestros en tu pareja?

Los investigadores Ronnie Sebro y Gina Peloso, de la Universidad de Pensilvania, Josée Dupuis, de la Escuela Universitaria de Salud Pública de Boston, y Neil Risch, de la Universidad de California, fueron los autores del estudio publicado en la revista especializada PLOS Genetics.

Los científicos analizaron tres generaciones de blancos del Framingham Heart Study (FHS, por sus siglas en inglés: Estudio del Corazón de Framingham), un proyecto del que forman parte los residentes de la ciudad de Framingham, en el estado de Massachusetts.

Ese proyecto fue creado en 1948 por el Instituto Nacional del Corazón de Estados Unidos y cuenta con el apoyo de la Universidad de Boston para profundizar en el conocimiento de las enfermedades cardiovasculares en esa región del país.

Sebro, Dupuis y Risch usaron el genoma de los participantes del estudio para caracterizar su ascendencia genética.

“Hemos conducido el primer análisis multigeneracional de los patrones de unión para una población estadounidense, basados en los participantes del FHS”, señalan los investigadores.

El estudio incluyó más de 8,000 participantes: 962 de ellos pertenecientes a la primera generación, 3,576 a la segunda, 3,872 a la tercera y sus respectivos cónyuges.

De acuerdo con expertos, este tipo de estudios es importante porque ayuda a la compresión de la estructura genética de poblaciones específicas, lo cual es clave en los estudios genómicos.

“Nuestros hallazgos son significativos por una variedad de razones: reflejan los patrones demográficos que han ocurrido en los últimos 60 años y revelan cambios en esos patrones a lo largo del tiempo; documenta las implicaciones genéticas de los patrones de uniones y sus cambios en el transcurso del tiempo; y provee una advertencia sobre las suposiciones potencialmente simplistas en el planteamiento de modelos genéticos de poblaciones humanas”, añaden.

“Al examinar las parejas de cónyuges, se observó que los individuos de ascendencia del noroccidente y sur de Europa y asquenazí escogieron con preferencia cónyuges de la misma ascendencia, sin embargo, el grado de endogamia disminuyó en cada generación sucesiva, especialmente entre los europeos del noroccidente y del sur”, indica el estudio.

De acuerdo con Sebro, Dupuis y Risch, las preferencias a la hora de escoger pareja reflejan varios factores entre los que se incluyen: la demografía, la clase social, la nacionalidad, etnia, religión, rasgos antropométricos como altura y peso así como también características del comportamiento.

Los hallazgos claramente documentan la fuerte endogamia que existió en Framingham antes de la Segunda Guerra Mundial.

“Esos patrones podrían también reflejar características del vecindario y la tendencia a que las uniones ocurrieran localmente. Uniones entre participantes con ascendencia del noroccidente y del sur de Europa no eran relativamente comunes en la población original, pero aumentó en las generaciones subsecuentes”.

A los investigadores les gustaría profundizar este estudio y ver si sus hallazgos se pueden extrapolar a otros grupos poblacionales de Estados Unidos y de otros países.– Agencias

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