Un grupo de estudiantes de la Universidad Interamericana para el Desarrollo (Unid), sede Vista Alegre, se manifestó a las afueras del plantel educativo para exigir les sean entregados sus papeles de titulación, así como los personales, a dos años de haber finalizado su maestría.
Señalaron que son 28 los afectados, por lo que decidieron asistir a las instalaciones para obtener alguna respuesta a la situación, ya que llevan dos años dándoles largas.
“Esto nos ha afectado en nuestro desarrollo profesional, pues, al no contar con el título que acredita nuestra formación, no hemos podido aspirar y postularnos a conseguir mejores puestos laborales”, declaró la docente Claudia López Cervera, una de las afectadas.
Se les citó para tener una reunión con la coordinación escolar de la institución, donde se les indicó que el error estuvo en un proceso de la coordinación académica, al duplicar el nombre de una materia en el certificado que se envió a la SEP y que, consideran, pudo haber sido detectado a tiempo.
“Tienen una falta de seriedad y seguimiento serio, pues en el tiempo que estudiamos siempre tuvimos problemas, ya sea en el tema del pago de las colegiaturas con la parte administrativa, así como en el de la coordinación de los maestros”, añadió la alumna afectada.
Indicaron que en esta reunión fueron atendidos por Eduardo de la Rosa Guzmán, actual rector de la Universidad, quien se comprometió a que en enero próximo tendrían sus títulos correspondientes que certifiquen el estudio de esta maestría.
“Nos firmaron unas constancias para darnos seguridad y certeza. Nos molesta que si no hacíamos esta movilización ellos no nos iban a dar una respuesta a nuestra situación, y el pago de la titulación nos costó 30 mil pesos a cada uno”, agregó otras de las afectadas.
Señalaron que tienen conocimiento que esta no es la primera ocasión que la universidad privada tiene problemas de este tipo, así como que en sus otras sedes tanto locales como en otras partes del estado, donde tienen demandas y acusaciones por el mismo tema.
Texto y foto: Andrea Segura