En otoño de 2020, Hugo Zeberg, del Instituto Karolinska (Estocolmo), y el genetista Svante Pääbo, del Instituto Max Planck (Alemania), demostraron que una variante genética heredada de los neandertales era el principal factor de riesgo genético para sufrir covid-19 grave.
En un artículo publicado en la revista Nature, Zeberg y Pääbo determinaron que un grupo de genes del cromosoma 3 se vinculaba con un mayor riesgo de hospitalización e insuficiencia respiratoria al infectarse con el virus del SARS-CoV-2.
Meses después, ambos investigadores estudiaron esta variante en muestras de ADN humano antiguo y observaron que su frecuencia fue aumentando significativamente desde la última edad de hielo y que ahora es “inesperadamente común”.
Uno de estos receptores, denominado CCR5, es utilizado por el virus del VIH para infectar los glóbulos blancos, apuntó un estudio publicado ayer.
Zeberg descubrió que las personas portadoras del factor de riesgo de covid-19 tenían menos receptores CCR5, lo que le llevó a probar que también tenían un menor riesgo de infectarse con el VIH.
Al analizar los datos de los pacientes de tres biobancos importantes (FinnGen, UK Biobank y Michigan Genomic Initiative), descubrió que los portadores de la variante de riesgo de covid-19 tenían un riesgo un 27 por ciento menor de contraer el VIH.
“Ahora sabemos que esta variante de riesgo para covid-19 brinda protección contra el VIH. Pero probablemente fue la protección contra otra enfermedad lo que aumentó su frecuencia después de la última edad de hielo”, concluyó Zeberg en el estudio.
Texto y foto: Efe / Agencia