PARA EL SECRETARIO de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente de Yucatán, Eduardo Batllori Sampedro, hablar sobre una “inminente explotación” petrolera en costas yucatecas es demasiado aventurado. Para que esto ocurra, por lo menos, tiene que pasar 10 años; tiempo en que se deberá realizar “estudios serios” sobre el potencial que existe.
“No sé si vaya a ser inminente. Si bien entró a una subaste, hasta donde sé, se echó para atrás. Se determinó la necesidad de hacer estudios a mayor profundidad que por lo regular no tardan seis meses, son estudios que van más allá del tiempo”, comentó el funcionario para Punto Medio.
El tema, que parecía olvidado, tomó fuerza tras el pronunciamiento que hizo el presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, hace unos días.
“Es inevitable. A unos cuantos kilómetros de Progreso se desarrollará tarde o temprano, y espero que sea más temprano que tarde, el campo petrolero más importante de México; el segundo más grande del mundo”, dijo.
Tan es así, que para la primera etapa de inversión se tiene proyectado erogar 44 mil millones de dólares.
Por lo anterior, este medio informativo consultó el tema con el encargado de velar por el medio ambiente en la entidad, Eduardo Batllori Sampedro, quien de antemano dijo no es tan sencillo iniciar con una explotación petrolera, existen puntos a considerar, como:
-Desechos de las propias plataformas; alimentos y manejo de residuos, lavado de las mismas y dónde verterán estas aguas, sin contar el daño que pudiera generar un derrame accidental.
-El uso de sistemas acústicos que se utilizan para detectar términos de sismología también pueden afectar a ciertos organismos aledaños.
-En el ambiente social también existen otros planteamientos enfocados a la situación que se generaría en Progreso: vivienda, costo de alimentación, hospedaje, la descomposición o no en materia sociocultural
¿Se estaría caminando hacia un Ciudad del Carmen?
“Siempre se ha tomado como ejemplo de lo que sucede cuando se lleva a cabo una actividad de este tipo. Hay mucho impacto negativo que se generó particularmente en su población, todo el incremento de costos, desintegración familiar, prostitución… Siempre existe un riesgo en ese sentido”.
¿Se puede evitar?
“Por un lado, está el decreto de salvaguarda en la parte marina y hasta donde entiendo, no podrían entrar ductos a Progreso, atravesar o hacer explotaciones petroleras dentro de estos límites. Fuera de esto, posiblemente sí”.
Pero, ¿Qué tanto Progreso sería el receptor de todo esto? ¿Sería un prestador de servicios, fundamentalmente y todas las operaciones seguirían siendo en ciudad del Carmen? –cuestionó.
¿Hay un costo mayor?
“Esto depende de las características de logística e infraestructura que ya se tengan para todo esto. Obviamente, Progreso ya no tiene mucho para dónde crecer, tampoco Ciudad del Carmen, pero se tendría que ir evaluando, si esto fuera posible, si se arreglan o no plataformas. ¡Está muy incierto!”.
Si bien es cierto que aún falta mucho, ¿Yucatán está preparado para hacer frente a la demanda que esto pudiera generar?
“Yo creo que haría falta preparación, un desarrollo institucional más fuerte, preparar en términos urbanos, sociales y económicos, a una población que pueda verse afectada por un proyecto de este tipo”.
En materia de servicios, Batllori Sampedro consideró que Yucatán está preparado con acciones como el Parque Científico y Tecnológico, la Universidad del Petróleo, la Litoteca… “en este sentido no habría problema”.
Plantas generadoras de energía limpia Vs. petróleo
El titular de la Seduma lamentó que a nivel mundial aún exista una dependencia “muy fuerte” del petróleo, pues varios artículos son fabricados con ello, como: fertilizantes, plásticos, hules y aceites.
“Si bien la tendencia es la generación de electricidad con combustibles fósiles, las energías limpias pueden reducir en buena medida los gases de efecto invernadero”.
En Yucatán el 50% de las emisiones de efecto invernadero viene de la generación de electricidad y del transporte, y de lograrse la generación de energías limpias se reduciría la contaminación a menos de la mitad, quedando pendiente temas como la ganadería.
Según datos oficiales, la producción mundial de petróleo no durará más de 50 años.
Texto: Jesús Gómez
Fotografías: Gabriela Cortés y cortesía
