La venta de pirotecnia arrancó ayer en el estacionamiento del estadio Nelson Barrera Romellón. Como cada año, es en dicho sitio donde la Secretaría de la Defensa Nacional permite que los vendedores puedan realizar su actividad debido a que no hay construcciones ni casas cerca.
Este año se notó la disminución de vendedores, pues solo siete personas solicitaron y obtuvieron el permiso de la autoridad militar y por primera vez se les exigió construir unas pequeñas bodegas temporales que fungirán como polvorines ya que, debido a los múltiples accidentes que se han registrado en distintas partes del país, se han tenido que extremar las precauciones, y de esta forma se trata de evitar una tragedia.
Como medida extra de precaución, los vendedores no pueden exhibir más de 25 kilogramos de explosivos en sus mesas y a cada cliente no se le pueden vender más de 10 kilos, de esta forma se reducen los riesgos de un accidente grave.
Además, las corporaciones de Protección Civil, estatal y municipal, se encargan de certificar que cada puesto cumpla con las reglas como contar con los extinguidores debidamente cargados, botes de arena, no fumar, no introducir vehículos al área de explosivos y otras más que deben observar los vendedores.
Mario Elizalde, director de Emergencias y Bomberos de la Secretaría de Protección Civil, comentó que además de las certificaciones, ellos cuentan con la presencia de los bomberos y el personal adecuado.
También pidió a la población en general que acudan a comprar en este sitio que es el único autorizado, así como el almacén Baqueiro, junto al mercado, ya que los otros ponen en riesgo a quienes compran y a los vecinos por no contar con las medidas de seguridad.
–Los días 22, 23 y 24, así como el 29, 30 y 31, de 9 a 18 horas se realizarán las ventas en el estacionamiento del estadio, de haber muchos compradores, podrían ampliarse los horarios un poco más tarde– informó el funcionario estatal.
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