Una de las referencias obligadas en Mérida es sin duda la casa china, en la colonia México, ya que además de que era una mansión atípica por el tipo de construcción, también su dueña, Miriam Echeverría y Boldo, era una mujer bella, misteriosa y con un peinado tipo “torre”.
La señora que bautizaron con el apodo de “La 500” falleció este lunes. Fuente de numerosos rumores: que era viuda de un millonario, que tuvo un hijo, que debido a los comentarios que le hacían de su mamá se tuvo que ir a vivir al extranjero, que a su hermana le decían “La 250”.
Como era señalada por la alta sociedad, prácticamente no se contó su versión. Que era una dama de compañía y que sus clientes únicamente eran personas ricas.
Al ser una mujer atractiva, tuvo muchos pretendientes. Sin embargo, ella solo tenía ojos para un hombre que, desafortunadamente era casado, con quien mantuvo una relación de muchos años. Tras enviudar, decide casarse con ella, lo cual causó muchas habladurías y envidias.
El matrimonio no duró mucho y se divorciaron con el acuerdo de que el exmarido le construiría una casa china, que se convirtió en la envidia de los detractores de Miriam, y con los años en una referencia de la ciudad.
Echeverría y Boldo fue dueña del conocido restaurante bar El Guacamayo, en la calle 60, rumbo al estadio Salvador Alvarado.
Texto y foto: Darwin Ail / Cortesía