En un sorprendente hallazgo, doña Rosy encontró un cenote bajo su hogar en Sotuta, mientras excavaba para hacer una fosa. Fue el 5 de mayo del año 2000 cuando, tras usar dinamita, se topó con esta maravilla natural. “Al principio no dormía, tenía miedo de que se desfondara la casa”, confesó a “Hecho en la Granja”.
A lo largo de los años, ha recibido ofertas millonarias de extranjeros, incluyendo una de hasta 1 millón de dólares, pero decidió no vender su terreno. “Eso no me compra nada”, afirmó.
Doña Rosy ha abierto las puertas de su hogar al público, permitiendo que más personas disfruten de este tesoro. Recientemente, su familia halló una llave que parece de un antiguo cofre. “Soy feliz aquí en mi casita… Una bendición de Dios”, concluyó doña Rosy, sonriendo.
Fuente: Cortesía