EL PRESIDENTE MUNICIPAL de Oxkutzcab, Raúl Romero Chel, se reunió con familias de la colonia Dolores Otero en un evento que marcó el inicio de la urbanización de esa zona, que se fundó en el año 2010.
En la colonia, que se ubica en el tramo de la carretera Oxkutzcab-Lol-Tun habitan varias familias a pesar de que el sitio carece de los servicios básicos en sus 350 lotes de 20 por 50 metros.
El alcalde de Oxkutzcab dio el banderazo de inicio de la construcción de la red eléctrica en esa colonia acompañado por familias, miembros del Cabildo y directores de la presente administración.
Alejandro May Hoil, representante de los colonos, recordó que en sus inicios el sitio era diferente, ya que en la actualidad ya arrancaron los trabajos de electrificación.
El secretario de la Comuna, Freddy Villareal Mis, destacó que lo que se realiza en Oxkutzcab es algo histórico, y que la gestión del alcalde se materializa en obras.
Villareal Mis aprovechó para felicitar a los beneficiarios de la Dolores Otero.
En su turno, Romero Chel resaltó que en el transcurso de su administración ha hecho compromisos con las familias de diversas colonias y que las ha cumplido. Mencionó las mejoras en la Venustiano Carranza, Esperanza, Ceres La Ermita y San Esteban.
El alcalde aseguró que no hay una colonia que no haya sido beneficiada con obras como carreteras, parques, electrificación y ampliación de red de agua potable.
“Las obras están a la vista, lo que se ve no se cuestiona, aunque hay muchos que lo quieren ignorar. Vamos a seguir avanzando porque Oxkutzcab se lo merece y hay un rezago de varias décadas. En tiempos electorales te van a prometer de todo y te darán algunas ayudas, pero después, como siempre ha pasado, el municipio no avanza como debería”, señaló.
Gilberto Chel Uc, mayahablante, en nombre de los colonos agradeció al presidente municipal por la obra.
–Hagamos conciencia de lo que se ha realizado. La verdad, Raúl Romero Chel ha roto el récord de obras construidas para Oxkutzcab. Me siento orgulloso de lo que ha hecho –dijo.
Texto y foto: Bernardino Paz Celis
