Con una asistencia de tres cuartos de Plaza y un Sol espectacular, inició el paseo con un hermoso animal de 480 kilogramos
En la tradicional Corrida de Rejones, celebrada ayer primero de enero en la Plaza Mérida, la primera oreja del año correspondió al mexicano Fauro Aloi, quien compartió cartel con Andy Cartagena, José Fountanet, los forcados portugueses Aposento da Chamusca.
Con una asistencia de tres cuartos de Plaza y un sol espectacular, inició el paseillo apenas después y las puertas de toriles se abrieron para que un hermoso animal de 480 kg y marcado con el número 54 hiciera su aparición.
Sin duda, un hermoso espectáculo en el que los caballos de Andy Cartagena llamaron mucho la atención del público bailando jaranas yucatecas, mientras esperaban la embestida del burel; lamentablemente Andy tuvo mala suerte con sus astados, que se quedaban parados, por lo que poco pudo hacer para refrendar su estatus de estrella del cartel.
Tras el cambio de tercio y de cabalgadura, las autoridades de Plaza dieron la autorización para que entren los forcados portugueses, y de inmediato el público guardó silencio para permitir que se concentraran y que se realizara con éxito la pega que dedicaron a los empresarios Basulto y Hagar.
En todo el festejo, los forcados portugueses realizaron cinco pegas con mucho arrojo, en seis intentos, y compartieron las vueltas al ruedo con los rejoneadores. Las buenas pegas de los portugueses fue de lo más aplaudido por los tendidos.
El segundo toro del encierro de la Ganadería de Zacatepec, el 1924, correspondió a Faulo Aloi, quien fue certero con el rejón de muerte en su primer astado, y logró la única oreja en la primera corrida del año en Mérida, en su segundo toro, donde recibió ovación tras aviso.
En tanto que José Funtanet demostró buen nivel con su frescura juvenil, logrando en su primer astado de 530 kilos y de nombre Capitán, vuelta tras petición, y en el segundo que se destacó por su nobleza, vuelta tras fuerte petición.
Texto y foto: Manuel Pool