La Feria de Xmatkuil vive uno de sus momentos más vibrantes. En su edición 51 no solo rompió expectativas: las desbordó por completo. El pasado domingo ingresaron más de 421 mil 789 visitantes y, aún con los días feriados, la alegría no bajó un solo nivel: miles de familias siguieron llegando para disfrutar de los juegos, la gastronomía y la tradicional zona ganadera.
Desde la entrada, el ambiente era de pura fiesta. Las filas para comprar boletos avanzaban rápido mientras miles de personas cruzaban los torniquetes listas para recorrer cada pasillo, cada puesto y cada rincón del recinto ferial. La emoción estallaba especialmente en los juegos mecánicos.
“Mamá, a ese juego me quiero subir, a la rueda de la fortuna”, decía un niño, tomado de la mano de su madre mientras entraban a la zona de juegos bajo un cielo nublado, perfecto para pasar la tarde juntos.
Entre risas y gritos, niños y adultos disfrutaban cada vuelta y cada caída. Entre ellos se escuchaba el clásico llamado materno: “¡Agárrate bien!”, mientras la atracción arrancaba.
Otras familias optaron por comenzar su recorrido en la zona ganadera, donde conocieron de cerca a los animales que forman parte de la producción local y de la mesa yucateca.
Más adelante, los pasillos de los baratilleros se llenaron de vida: ropa, calzado, lentes, accesorios, juguetes, artículos para celular, prendedores de cabello, imágenes de artistas y toda clase de curiosidades feriales llamaban la atención de chicos y grandes.
Las ofertas en artesanías, ropa típica y el famoso calzado de Ticul se convirtieron en una tentación irresistible, lo mismo que la siempre solicitada cobija del Tigre.
“Bueno, yo llevo unas ollas que están un poco más baratas que en las tiendas del Centro de Mérida, y las llevo para el regalo de Navidad; son para mi hija que vive allá en Chocholá”, compartió Alejandra Pech, vecina de la colonia Emiliano Zapata Oriente, mientras hacía sus compras.
En la zona de comida la fiesta también estaba en su punto. Cientos de visitantes “secuestraron” los pasillos saboreando pizzas, hamburguesas, pastas y carnes asadas que llenaban el aire con ese inconfundible aroma que anuncia que la feria está en su mejor momento.
La jornada también brilló con la participación de Signología México Internacional, que ofreció una serie de actividades caninas pensadas para la convivencia familiar y el bienestar animal, con la participación de más de 100 perros.
Las risas comenzaron con un rally familiar que reunió a decenas de personas con sus mascotas, seguido de una competencia de grooming en la que 15 estilistas fueron evaluados por el juez internacional Fernando Martínez.
El público se emocionó con la exhibición de Disc Dog, donde niñas, niños y adultos lanzaron frisbees mientras ejecutaban rutinas coordinadas con sus perros. Al mismo tiempo, se realizó la prueba de biomecánica, enfocada en evaluar la movilidad de diversas razas.
Uno de los momentos más celebrados fue la carrera Fast Cat, donde los perros corrieron 90 metros a toda velocidad, agrupados por talla.
Además, por primera vez en la península, se aplicó la prueba de Perro Buen Ciudadano, que mide el comportamiento equilibrado de las mascotas en espacios públicos.
La organización subrayó su espíritu inclusivo, recordando que tanto perros de raza como mestizos fueron valorados por igual, reforzando el ambiente familiar y festivo que caracteriza a esta feria.
Texto y fotos: Alejandro Ruvalcaba




