Fieles a su cita con sus difuntos

Hoy 2 de noviembre se espera la mayor asistencia de visitantes a los cementerios de Mérida

Los cementerios de la capital yucateca registraron ayer regular actividad, sin embargo, los preparativos para recibir a los miles de visitantes que se esperan para hoy, estaban a la orden del día, en particular por el tema de las misas, que en el Panteón Florido se oficiará a las 9 de la mañana.

En este lugar, en el que se encuentra la tumba de Víctor Cervera Pacheco, quien fuera gobernador de Yucatán, ayer por la mañana era poca la afluencia, pero entre los pocos visitantes se destacaba la presencia de algunos extranjeros que aprovecharon que aún no calentaba el sol, para caminar por los andadores del camposanto, ubicado en la calle 66 y el acceso al Cementerio General.

Al ser este el más antiguo panteón de la capital yucateca, fundado en el año de 1821, este es uno de los espacios donde se dieron cita muchas personas, principalmente mayores, para limpiar las tumbas de sus seres queridos, mientras que trabajadoras ofrecían sus servicios para restaurar o pintar los monumentos y mausoleos. 

Y en uno ubicado en la calzada principal, un día después del Paseo de las Ánimas aún se encontraba con las ofrendas que se dejaron sobre las tumbas, consistentes en tamalitos, relleno negro en sus recipientes, refrescos de cola, cerveza, dulces de camote en almíbar y para los bebés hasta sus biberones con leche.

Sin duda que esta es una manera muy emotiva de recordar a quienes se han adelantado en el camino y demostrarles todo el cariño que por ellos sienten sus familiares, que no los olvidan y que hicieron de esta una emotiva escena, en la que las fotografías antiguas jugaron un papel esencial para llevar a quienes tuvieron la oportunidad de observar esta ofrenda a viajar por la nostalgia.

Aprovechando el día de asueto muchas familias se internaron por las calles internas del Cementerio General, llevando consigo inclusive a sus niños, que también ayudaron llevando agua y sus escobas para realizar la limpieza. 

Como ha sido una costumbre para ella desde que contaba con 11 años de edad, doña Lucelmy Margarita, ahora con su hijos, nueras y nietos, acudieron desde muy temprano al Cementerio General, para lo cual tomaron dos taxis de aplicación que les cobraron 80  pesos casa uno, saliendo de la colonia Salvador Alvarado Sur.

“Lo mismo hubiéramos pagado en Va y Ven y así llegamos rapidito”, comentó la señora, quien se dijo confiada de que recuperará el costo del transporte con las propinas que a lo largo del día le dejen los clientes, a quienes les limpia la tumba y lleva agua para sus flores, lo mismo que sus familiares.

Por lo pronto, las cosas comenzaron bien, ya que tras una breve espera llegó el primer cliente, quien lo obsequió una propina de 50 pesos, mientras que a su hijo rápidamente le pidió una señora que le ayudara a cargar su cubeta con agua y sus flores para llegar hasta la tumba de su familiar. 

-El sábado será el día con más actividad, vamos a venir desde las 7 de la mañana -comentó la jefa de familia, quien agregó que a lo largo del año trabaja recolectando latas y botellas de plástico por las calles a bordo de su triciclo, además de que limpia casas y desyerba, y los fines de año se gana un recurso extra fabricando sus muñecos cargados de bombitas. 

Sin duda que la visita a los cementerios abre la oportunidad para que las familias convivan en torno a esta celebración. Alrededor de una tumba cercana a la antigua casona de la que fuera la Hacienda San Antonio X-Coholté, se encontraba una familia que hasta una bocina llevó para el acompañamiento de su rezo del rosario.

Se trata de la familia Gutiérrez González, que como cada año no podía faltar a la cita para continuar con esta tradición, que atesora como una manera de honrar la memoria de quienes ya se han adelantado, y no solamente rezan por el descanso eterno de sus familiares, sino que también ofrecen sus plegarias por las ánimas benditas del purgatorio y por las almas solas. 

“Venimos para hacer esta remembranza recuerdo y, sobre todo, agradecer a Dios por la vida terrenal que tuvieron nuestros familiares, los Lugo González, Lugo Peraza, Lugo Gamboa, y agradeciéndole por todas las enseñanzas, tradiciones y toda la cultura que nos dejaron como legado que como familia, y qué seguimos cuidando”, relató la maestra Marta Gutiérrez González, a quien acompañó su hermano, el profesor Crescencio Gutiérrez González, su cuñada Guillermina González Cervantes, además de su pareja Donald Estrella.

Esta familia pone en práctica lo que ha señalado en estos días el vocero de la Arquidiócesis de Yucatán, el padre Jorge Martínez Ruz, quien subrayó que rezar por nuestros muertos es un acto de misericordia y que es importante enseñar a las nuevas generaciones a no perder esta costumbre, ya que algún día “nos tocará estar del otro lado”.

Y completando el grupo estuvieron también rezando en el cementerio general la señora Minelia González Lugo, madre de los profesores Marta y Crescencio, así como su hijo y sobrino, respectivamente, Sergio Quiroz Gutiérrez y Don Víctor Vázquez, pareja de la maestra Martha.

El recorrido del equipo de Peninsular Punto Medio continuó con rumbo hacia el cementerio de Xoclán, el más grande de Mérida en la actualidad, donde, como se ha convertido en una costumbre, el acceso para los automóviles es el que se ubica en la parte posterior justo a espaldas de la cruz de la parroquia de Juan Pablo II. 

En este espacio, al igual que en el Cementerio General, ya se habían dispuesto de baños portátiles, esperando a un gran número de asistentes que el día de hoy se darán cita a la misa, que a partir de las 10 de la mañana celebrará el arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega. 

La lluvia, que comenzó a caer a partir de las 13 horas, obligó a los visitantes a sacar sus paraguas e impermeables, mientras que otros se refugiaron debajo de los toldos en los que se ofrecían las flores, que alcanzaron un precio de 50 pesos un ramo pequeño, mientras que las veladoras se cotizaron, dependiendo del tamaño, entre 25 y 50 pesos.

Afortunadamente, la lluvia no tardó mucho tiempo y dio oportunidad a que siguieran las visitas por el camposanto, donde antes se apreciaba una buena afluencia de público: la mayoría llegaba a bordo de los autobuses de Va y Ven, que de manera normal ingresan por el acceso principal llegaban hasta las puertas de las oficinas del cementerio de Xoclán, donde por cierto se reportaron problemas con el abasto del agua potable.

Cabe destacar en todos los cementerios hay fuerte presencia de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, Policía Estatal Investigadora y Municipal realizando rondines.

Texto y fotos: Manuel Pool