Fieles católicos celebran el Domingo de Ramos, inicio de la Semana Santa

Con palma en las manos y fe en el corazón, miles de fieles católicos en todo el país se congregaron este domingo en templos y parroquias para conmemorar el Domingo de Ramos, una de las fechas más significativas del calendario litúrgico cristiano y que marca oficialmente el comienzo de la Semana Santa.

Desde tempranas horas de la mañana, se llevaron a cabo celebraciones en iglesias de todo el país. Niños, adultos y personas mayores participaron activamente, muchos de ellos llevando consigo palmas decoradas que, después de la bendición, serán colocadas en sus hogares como signo de protección y esperanza.

En la Arquidiócesis Primada de México, la celebración fue presidida por el Cardenal Carlos Aguiar Retes, quien encabezó la Misa en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. El templo se llenó de fieles que, con sus palmas en mano, participaron en el inicio de la Semana Santa.

La ceremonia dio inicio con una procesión que ingresó a la Catedral, pasando junto a la puerta principal, en conmemoración del Año Jubilar 2025. El Cardenal comenzó la misa expresando su agradecimiento a Dios por la recuperación del papa Francisco y procedió a bendecir las palmas de los fieles que asistieron.

Durante su Homilía, el Arzobispo Primado de México enfatizó la importancia de la escucha atenta y humilde como camino esencial para ser buenos discípulos de Cristo. Además, invitó a aprovechar los días santos para examinar nuestra escucha, actitud de servicio y capacidad de amar entregándonos a los demás.

En su mensaje editorial para este Domingo de Ramos, la Arquidiócesis Primada de México (APM) llamó a los religiosos a romper los “sepulcros” que cargamos como sociedad y que se presentan en forma de indiferencia, abandono, injusticia y dolor.

“La violencia intrafamiliar, muchas veces silenciada por vergüenza o por miedo, es uno de esos sepulcros oscuros donde mueren diariamente la dignidad, el respeto y el amor. Niños y mujeres, en especial, cargan con el peso de estas heridas profundas que deberían dolernos como cuerpo social. Otros sepulcros se esconden en la polarización que divide comunidades, familias y naciones. El diálogo se ha vuelto escaso, y la escucha es casi una virtud perdida. Encerrados en nuestras posturas, preferimos la descalificación al encuentro. Así, enterramos la posibilidad de construir juntos”, afirmó el mensaje de la APM en su editorial Desde la Fe.

A la salida de la misa, feligreses siguieron con la bendición de las palmas por el Obispo Jaime Ramírez.

Así, con oración, canto y comunidad, los creyentes dieron inicio a una semana de profunda devoción que, más allá de la religión, representa un momento de renovación interior para millones de personas alrededor del mundo.

Texto y foto: Agencias