La marcha por los 10 años de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa tomó este jueves las calles del centro de la capital mexicana con la exigencia de “verdad y justicia” en el caso, que el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, incumplió en resolver por encubrir al Ejército mexicano, denunciaron los manifestantes. Al grito de ‘¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!’ y bajo la constate lluvia que no cedió, los familiares de los 43 normalistas encabezaron la manifestación con miles de asistentes, que partieron del Ángel de la Independencia hacia el Zócalo capitalino.
Melitón Ortega, tío de Mauricio Ortega Valerio, uno de los 43 jóvenes desaparecidos, expuso a EFE que el Gobierno intentó dividir el movimiento, “pero no lo lograron” y hoy día siguen en pie de lucha exigiendo “verdad, justicia y castigo para los responsables”.
“Hubo una campaña de ataque hacia el movimiento y eso nos fue alejando y distanciando la relación con el Gobierno federal”, lamentó Ortega, quien espera que la nueva administración de Claudia Sheinbaum, que asume el 1 de octubre, escuche sus planteamientos.
Ortega destacó que la principal exigencia sigue siendo la “justicia y presentación con vida de los 43”, además de que el Gobierno deje de encubrir a los responsables.
‘¡Fue el Ejército!’ fue una de las principales consignas y pintas que realizaron los manifestantes en las calles del centro de la ciudad.
Detrás de los padres y madres, miles de estudiantes, activistas y ciudadanos de diferentes estados del país se unieron a la protesta, donde también hubo algunos desmanes, pintadas, destrozos y petardos lanzados por un grupo de manifestantes ajenos a los estudiantes, que rebasaron las vallas metálicas con las que fueron protegidos edificios y negocios de la zona.
Isidoro Vicario, abogado de los familiares, resaltó en el megáfono al frente de la marcha que a una década de los hechos continúan levantando la voz por la falta de esclarecimiento del caso. “No tenemos información que nos pueda indicar lo que realmente ocurrió la noche del 26 de septiembre del 2014”, advirtió Vicario.
El caso Ayotzinapa ocurrió durante la noche del 26 de septiembre de 2014, en Guerrero, cuando 43 estudiantes desaparecieron mientras se dirigían a Ciudad de México para manifestarse por el aniversario de la matanza de Tlatelolco, ocurrida el 2 de octubre de 1968.
Al llegar al Zócalo, los familiares reiteraron en un pronunciamiento que no detendrán sus demandas con la nueva presidenta, quien también despachará en el Palacio Nacional.
Desmanes y expresiones de descontento
Además, algunos manifestantes, ajenos a los estudiantes, lanzaron petardos en la residencia de López Obrador -que deja el poder el 30 de septiembre- que también amaneció rodeada de vallas, e incluso intentaron derribarlas y pasarlas sin éxito.
Entre otras expresiones de descontento, los asistentes colocaron una figura de papel de un militar y le prendieron fuego, debajo del asta de la bandera en medio de la explanada del Zócalo.
Ayer, López Obrador insistió en que hizo “todo” lo posible en el caso y reiteró que Sheinbaum “es una mujer muy sensible y le va a dar continuidad a la investigación”.
La Comisión de la Verdad creada por el Gobierno concluyó en 2022 que la desaparición de los 43 fue un “crimen de Estado” con la participación de autoridades de todos los niveles, incluyendo las Fuerzas Armadas.
Texto y foto: EFE