Los pobladores de Valladolid temían que se cumpla el refrán “el ofrecer, no empobrece, el dar, es lo que aniquila”, ya que en campaña, Marco Ramos Caro y ahora jefe del Departamento de Alumbrado Público, prometió cuartos, baños, pisos, techos.
Sin embargo, los pobladores de la comisaría de Yalcón cuando le ven le recuerdan que el tramo que va a su localidad está en pésimas condiciones y ahora el funcionario ha optado por no dar la cara.
Incluso hay quienes señalaron que estas obras no les corresponden realizarlas al ayuntamiento, pero esto lo debió decir desde el principio. Para que ilusionar a la gente, en caso de que no se trate de su responsabilidad.
Las quejas no paran en ese municipio que encabeza el alcalde Alfredo Rodríguez Arceo, ya que también locatarios ya están desesperados en regresar al mercado que remodelan, pero que no acaban y ellos fueron reubicados o algunos se fueron a sus casas, pero las ventas están flojas.
El retiro ha sido paulatino, pero prácticamente en todas las áreas ya están trabajando. En las últimas, los locatarios no han querido moverse, pero para presionarlos les han cortado el agua.
Los vallisoletanos esperan que pronto cambie su brújula el alcalde porque cada vez comienza a reflejar improvisaciones y malas decisiones, como cuando negó los permisos para que en su octava edición, el Rally Maya llegara a tierras vallisoletanas, perdiendo la derrama económica que estos visitantes dejan cada año.
En su octava edición, participaron 120 joyas automotrices, que realizaron un recorrido de 1,100 kilómetros, en 2 estados del Sureste de la República Mexicana, por lo que los pobladores estaban listos para ver estos modelos clásicos y los artesanos, restauranteros y hoteleros atender tanto a los pilotos como a los seguidores del evento deportivo. El evento se realizó a finales del mes pasado.
El alcalde está mal asesorado y desconoce que estos eventos pertenecen al ramo de turismo deportivo. El evento dejó al estado 23 millones de pesos y una buena cantidad.
TEXTO: DARWIN AIL FOTO: CORTESÍA