Firmes en el compromiso de rescatar los cenotes, hace unos días la Fundación Bepensa y Expedición Grosjean cumplieron con la limpieza de un importante cuerpo de agua ubicado en el corazón del municipio de Cenotillo. En esta ocasión, se hizo por primera vez acompañado por espelobuzos.
Sergio Grosjean Abimerhi destacó la limpieza del emblemático cuerpo de agua, en donde el trabajo no fue fácil.
“Se realizaron complejas maniobras para descender al agua debido a las características propias de esa formación. Se enfrentaron a un problema aún mayor, ya que había enormes panales de abejas que pendían de las paredes y techos de algunas zonas, lo que aumentaba el riesgo”, expuso.
El trabajo fue extenuante. 10 horas tuvo la jornada, obteniendo como resultado la recolecta de una tonelada cien kilos de residuos sólidos, como: latas, plásticos, botellas de vidrio, Pet, artículos eléctricos como ventiladores y juguetes, situación que causa sorpresa, ya que esto habla de los hábitos que existe entre la población y que debe cambiar.
“Esta basura fue arrojada intencionalmente a lo largo de los años, y no debido al viento que los podía hacer llegar al lugar. Por fortuna, los propios pobladores y empleados del ayuntamiento que colaboraron enérgicamente se percataron de la situación, y son ellos quienes ya transmiten el mensaje a los habitantes para que lo cuiden”, indicó.
Cabe recordar que el mismo trabajo se hizo en un cenote ubicado en Sotuta. Tras siete horas de intensa labor con el apoyo de Fundación Bepensa, Expedición Grosjean, Secretaría de Desarrollo Sustentable, habitantes, y niños de una escuela primaria de la comunidad, se pudo recolectar 750 kilogramos de basura.
En esta ocasión, no solo había latas, botellas y plásticos en la periferia, sino que al interior del cuerpo se encontraron llantas, televisores, ruedas de bicicletas y todo un catálogo de envases, logrando con ello un total de 850kg de residuos sólidos.
Texto y foto: Jesús Gómez