Gallardía y fervor patrio en el Desfile

Como cada 16 de septiembre, desde 1935 por decreto presidencial del general Lázaro Cárdenas del Río, los integrantes del Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Guardia Nacional marcharon y presentaron su adiestramiento, organización, capacidades operativas, logísticas, disciplina y marcialidad

El presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó ayer el Desfile Cívico Militar por el 211 Aniversario del inicio de la Independencia de México. Aseguró que dicho acontecimiento histórico fue resultado del anhelo de justicia y libertad.

“Este ideal profundo representó todo un desafío para los potentados, quienes lograron contenerlo y postergar su realización durante cien años, porque es hasta un siglo después de consumada la Independencia, que otro grito, el de la Revolución Mexicana de 1910, empezara a convertir en realidad los sueños y los ideales de los curas Miguel Hidalgo y José María Morelos, de Josefa Ortiz de Domínguez, de Leona Vicario, de Juan Aldama, de Ignacio Allende, de José Mariano Jiménez y de muchos otros dirigentes, mujeres y hombres, que comenzaron la lucha por la emancipación auténtica del pueblo de México”, expresó.

Acompañado de la doctora Beatriz Gutiérrez Müller, del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y Lis Cuesta Peraza, esposa de su homólogo, el jefe del Ejecutivo resaltó la relevancia del precursor del movimiento, el cura Miguel Hidalgo y Costilla, a quien se refirió como un héroe profundamente humano y fiel a sus principios y valores.

“El cura era defensor del pueblo raso. (…) A él le tocó con Allende, Aldama, Jiménez y otros dirigentes populares enfrentar a la oligarquía dominante y proclamar la abolición de la esclavitud. El pensamiento de Hidalgo era subversivo. Nada en su personalidad lo distanciaba de ser un revolucionario y no se andaba por las ramas. (…) Sus adversarios nunca le perdonaron la osadía de querer igualar a los pobres con las clases más favorecidas”, explicó.

En la Plaza de la Constitución recordó que “lo que le permitió al Padre de la Patria enfrentar la muerte con aplomo y tranquilidad fue la paz con su conciencia, la certeza de que, con fidelidad a sus principios y valores, había hecho lo correcto y lo que era necesario para el bien del pueblo al que se debía”.

El secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González, indicó que, en contraste con las luchas armadas de otras épocas para la construcción de la nación “en nuestros días las cosas son diferentes y los procesos de transformación se inician democráticamente con el pueblo que ejerce su derecho ciudadano de elegir un proyecto de nación con el que se identifica y está convencido de su viabilidad”.

El titular de la Sedena convocó a la unidad por encima de las diferencias para alcanzar los objetivos nacionales.

“Todos somos mexicanos y es necesario estar unidos con el propósito común de alcanzar las aspiraciones y objetivos nacionales, porque la unidad es la mayor fortaleza para lograr que el país avance con progreso y bienestar social, con justicia y auténtico Estado de derecho”, subrayó.

A nombre del Ejército, Fuerza Aérea y Armada, sostuvo que las instituciones militares seguirán respaldando al Gobierno de la Cuarta Transformación en defensa de la integridad, independencia y soberanía, así como en la seguridad interior, auxilio a la población y el desarrollo nacional.

Informó que, como cada 16 de septiembre, desde 1935 por decreto presidencial del general Lázaro Cárdenas del Río, la mañana de ayer jueves los integrantes del Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Guardia Nacional marcharon y presentaron su adiestramiento, organización, capacidades operativas, logísticas, disciplina y marcialidad.

Se sumaron a los festejos patrios en este acto, agrupamientos de delegaciones militares de países amigos como: Argelia, Argentina, Bangladesh, Belice, Colombia, Costa de Marfil, Francia, Honduras, Italia, Marruecos, Perú, Reino Unido y Venezuela.

El general de división diplomado de Estado Mayor, Gabriel García Rincón, oficial mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional y comandante de la columna del desfile, detalló que participaron 34 banderas de guerra nacionales, 13 banderas y 437 militares de fuerzas armadas amigas, 15 mil 180 integrantes de las tres Fuerzas Armadas y de la Guardia Nacional, 60 charros, 599 vehículos, seis unidades de maquinaria pesada, 276 caballos y 205 canes.

En la parte aérea militar, 71 aviones, 28 helicópteros, es decir, un total de 99 aeronaves. Sobre plataformas desfilaron seis helicópteros y cuatro aviones no tripulados.

Antecedentes

La historia de estos desfiles se remonta al 27 de septiembre de 1821 para conmemorar la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, comandado por Agustín de Iturbide al frente de 16 mil jinetes.

Pero fue hasta el 16 de septiembre de 1825 cuando se realizó el primer festejo oficial por órdenes del presidente Guadalupe Victoria, con una fiesta cívica y popular. La ruta partió del Paseo de la Reforma a Palacio Nacional, la misma que siguió el Ejército Trigarante.

A pesar de que el Grito de Dolores ocurrió en la mañana del 16 de septiembre de 1810, el presidente Porfirio Díaz ordenó que los festejos de la Independencia se recorrieran al 15 de septiembre para que coincidieran con la celebración de su cumpleaños. Sin embargo, el desfile no se movería de fecha.

El 16 de septiembre de 1896, la Campana de Dolores fue trasladada a la Ciudad de México para ser colocada en el Palacio Nacional, por lo que el gobierno de Porfirio Díaz ordena una Parada Militar en la que el Ejército Federal hizo gala de su gallardía y marcialidad, lo que impactó a la población que pidió al año siguiente un evento similar.

En 1910, al cumplirse 100 años del inicio de la independencia, Porfirio Díaz gritó desde el balcón central de Palacio Nacional: “Mexicanos: ¡Viva la república!, ¡viva la libertad!, ¡viva la independencia!, ¡vivan los héroes de la patria! y ¡viva el pueblo mexicano!”.

Al momento de tocar la campana, no sonó. Algunos partidarios de Francisco I. Madero, quien se encontraba preso, lograron ponerle un trapo al badajo de la campana.

De 1914 a 1916, durante la Revolución Mexicana, el desfile militar tradicional fue suspendido y en su lugar se hizo un desfile de las fuerzas revolucionarias.

Fue hasta 1930 cuando se realizó el primer desfile masivo, en el que participaron 25 mil efectivos e integrantes de la Fuerza Aérea Mexicana.

En 1935, el presidente Lázaro Cárdenas ordenó que los desfiles militares del 16 septiembre se llevaran a cabo de manera ininterrumpida hasta convertirse en una tradición en México.

El 16 de septiembre de 1995 dos aviones T-33 y un F-5 chocaron durante las acrobacias aéreas, dejando un saldo de seis pilotos muertos y uno herido, por lo que la demostración acrobática fue suspendida durante 11 años. Fue hasta el 2007 que los aviones de la Fuerza Aérea volvieron a participar en el desfile.

Ese año también participaron por primera vez, contingentes comandados por mujeres de la Policía Militar.

Texto y fotos: Efe/ Agencias

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.