Las redes sociales deben servir para informar, entretener, concretar negocios y detectar nichos de mercados, pero hay quienes no limitan el tiempo y existe una amplia oferta de contenidos que pueden terminar causando adicción.
El vínculo entre los usuarios y sus pantallas es un tema que preocupa desde hace años debido a la dificultad que tienen muchas personas para autolimitarse frente a las redes sociales, los juegos online e incluso los buscadores.
Frente a esta problemática, un estudio realizado en Estados Unidos reveló que la mitad de los encuestados que pertenecen a la generación Z (es decir, jóvenes entre 18 y 27 años) desearía que TikTok y X (ex Twitter) no existieran. Le siguen Snapchat (43), Facebook (37%) e Instagram (34%).
Los puntajes más bajos en esta categoría fueron para el teléfono inteligente en sí mismo (21%), las aplicaciones de mensajería (19%) y los servicios de transmisión de videos como Netflix (17%) y YouTube (15%).
Los hallazgos de esta encuesta realizada por el psicólogo social Jonathan Haidt y la firma Harris Poll, revelan que ocho de cada diez sondeados asocian el uso de las redes sociales con la palabra adicción y el 57% lo relaciona con la palabra aburrimiento. Dos tercios (69%) de los usuarios de las redes sociales lo hacen para pasar el tiempo, y un tercio (34 %) lo cita como una cuestión de hábito.
Además, estos resultados coinciden con numerosas investigaciones que revelan que TikTok puede afectar a la salud mental de los jóvenes de entre 13 y 25 años, y es una plataforma extremadamente adictiva.
Argentina es el quinto país del mundo que pasa más tiempo frente a las pantallas y el octavo en utilizar el celular, según un informe de Electronics Hub de 2024. En concreto, el tiempo promedio total de los argentinos frente a los dispositivos equivale a 51.81% de sus horas diarias de vigilia. De ahí, el 18.3% se destina a las redes sociales.
“Aunque los datos mencionados en el sondeo corresponden a Estados Unidos, son de gran utilidad para considerar cómo es el vínculo de los argentinos de la generación Z con las pantallas”, opinó la Universidad Abierta Interamericana (UAI), sede regional Rosario.
“En el consultorio es muy frecuente encontrar relatos sobre experiencias de sufrimiento de usuarios que se enteran por las redes sociales que grupos de amigos los excluyen, que sus exparejas están realizando sus vidas de manera feliz y despojada, que todos pueden lograr la felicidad y desarrollo profesional mientras que ellos no. Es decir que las redes sociales son grandes generadores de experiencias de fracaso, y paralelamente cuando alguien postea algo queda a la espera de la reciprocidad de la aprobación de parte de sus seguidores, y en su mayoría el placer de encontrarse generando más seguidores a su cuenta, es decir, es un cuento de nunca acabar el hecho de necesitar más para aliviar y disfrutar, pero cada vez es menos lo que ello satisface”, agregó.
datos a destacar
Los dispositivos terminan produciendo adicción, ya que cumplen función de “ansiolíticos tecnológicos”, al generar un vínculo de necesidad, por lo que la persona recibe a modo de recompensa inmediata generando alto niveles de dopamina, que son los neurotransmisores de la gratificación inmediata.
La dopamina es conocida como la “hormona del placer” porque está relacionada con la relajación y las sensaciones agradables. Se incrementó el aislamiento social en espacios comunes, manteniendo los lazos sociales en lo virtual, preferentemente.
Texto: Darwin Ail
Fotos: Cortesía