La escritora chiapaneca Cristina Patishtán nos habla cómo la pandemia hizo que incursionaria en la literatura
La Feria Internacional de la Lectura Yucatán (Filey) abre sus puertas a cientos de escritores, muchos de ellos conocidos en círculos muy cerrados, como amigos y familiares, pero otros ya comienzan a sonar a nivel nacional.
En ese marco se realizó el Encuentro de Escritores en Lenguas Originarias, Múuch’tambal Ajts’íibo’ob ichil máasewal t’aano’ob tu ja’abil, un foro organizado por el Programa Institucional de Estudios del Pueblo y la Cultura Maya (Proimaya) de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), con el objetivo de favorecer el diálogo entre las y los creadores en este contexto lingüístico y cultural.
Ahí se presentó la escritora chiapaneca Cristina Patishtán López, quien escribe cuentos en lengua tsotsil y con su libro Ch´ulelal explora la cosmovisión de su pueblo a través de nahualismo, los rezos, la venganza y la sexualidad femenina. Su obra desafía los límites entre el sueño y la realidad y rescata la oralidad de los pueblos de los Altos de Chiapas. Cristina es ganadora del Premio Nacional de Cuentos en Lenguas Originarias Tetseebo en el 2022, pero en esta En Charla Con.. nos habla de sus inicios y el desarrollo de su obra.
¿De dónde eres originaria y cómo fue tu formación literaria?
Bueno, soy Cristina de San Juan Chamula, hablante de la lengua tsotsil de los Altos de Chiapas. Mi lengua materna fue la tsotsil y ya luego fui aprendiendo el español. Y prácticamente descubrí a la literatura después de la pandemia, cuando dije, “quiero aprender mi lengua en el sentido de aprender a escribir y a leer bien”. Porque una cosa es que haya sido hablante de la lengua tsotsil, pero es otra cosa diferente el aprender a escribir bien y aprender a leer.
¿Ya habías desarrollado algún trabajo literario?
No. Desde pequeña mi papá nos contaba muchas historias, nos contaba cuentos como le llamaba. Le pedíamos, ‘Papá, cuéntanos el cuento del conejo, cuéntanos el cuento del zorrillo’ y nos lo contaba, pero son relatos que mi padre escuchaba de profesores y nos lo contaba. Son historias de tradición oral, por ejemplo, el negrito, el sombrerón, que, pues pasan de voz a voz a través de las generaciones, pero en ningún momento había pensado en escribir.
Cuéntanos un poquito de este de este libro Ch´ulelal
Pues mira, bueno, como ya bien lo decías, Ch´ulelal es el primer libro de mi autoría que reúne seis relatos, que van relacionándose unos a los otros. Yo lo abordo como un personaje, un personaje siniestro, un personaje ancestral y de verdad que me ha hecho sentir muy feliz de que siendo mi primer libro y con el que gano el Premio Nacional de Lenguas Originarias en 2022.
¿Qué qué tanto de esas historias de niña ves reflejado en el libro?
Cuando entro a los talleres de creación literaria mi maestro justamente nos recomendaba muchos libros y yo no entendía, no sabía tampoco porque mi experiencia y mi mundo era muy limitado. Aprendí en que cuando uno escribe no solamente puede basarse en lo que ha escuchado, en lo que le han contado, que también puede ser una habilidad tener una buena imaginación, pero también es muy importante leer, leer a otros autores como Edgar Allan Poe, Juan Rulfo y Carlos Fuentes. Me remitió justo a una infancia en donde yo recuerdo mucho que desde niña me daba miedo los ruidos que escuchamos en la noche, el maullido de los gatos y las láminas de mi casa.
En tu primer libro obtienes un premio nacional. ¿Cómo procesas todo eso?
De verdad que también ha sido muy increíble y a la vez sorprendente no solamente para mí, sino que también para las personas que me conocen.
Dejé mi trabajo porque ya no me satisfacía, y empecé a publicar un primer cuento en línea en Sin fin y fue una gran motivación. Y luego en una revista decía a quién vamos a probar le vamos a pagar 800 pesos. Eso para mí fue una experiencia muy bonita, porque desde ahí me animó también en que puedes hacer algo que te gusta, que te apasiona, que te divierte y a la vez aprendes, pero que además te paguen.
¿Hay algo más que quisieras agregar, Cristina?
Yo agradezco mucho este espacio porque permite que nuestro trabajo, que una vez que se salga en físico se vuelve para todos, para para el público y de verdad que yo los invito a leer, a descubrir y a vivir lo que estamos haciendo con nuestra lengua.
Texto: Esteban Cruz Obando
Fotos: Cortesía