Pese a que prácticamente vivía en el gimnasio a Gilberto Keb Baas siempre figuraba en los retadores de los campeones, pero se quedaba en la antesala, donde no faltaba las derrotas injustas o como se dicen cerrados triunfos, que optaban dárselo al rival.
Los frustrantes resultados hacían que prácticamente ya no piense en boxear profesionalmente, pero que no dejaba de asistir al gimnasio hasta que, finalmente, llegó la gran oportunidad enfrentarse al tapatío Omar Niño, quien era un campeón interino, y quien él lo había derrotado anteriormente sin cinturón de por medio.
Lo que sucedía que el hunucmense, quien es el último de una generación de cinco boxeadores de la familia Keb Baas, no era un noqueador y obtener un título sin, por lo menos, enviarlo a la lona al rival con sólo superarlo en golpes es bastante complicado. Había disputado en cuatro ocasiones un campeonato del mundo, sin ganarlo.
Por lo que como se dice en el argot con Niño “ya le había medido el agua a los camotes”, y había muchas posibilidades de ganar: ahora faltaba que lo ratifiquen los jueces, quienes todo indica que por usos y costumbres o regla no escrita como que siempre ven en mejores condiciones al monarca, aunque este de menos golpes sienten que son más efectivos. Con la Inteligencia Artificial, indiscutiblemente, los jueces de box están en peligro de perder el trabajo.
También algo que decían que tenía en contra el hunucmense es que siempre quería tener en su esquina como entrenador a su hermano y en ocasiones los promotores o empresarios no aceptaban.
Finalmente, se pactó la pelea fue para noviembre de 2010, esto es, 12 años después ya que antes se habían enfrentado y el hunucmense había ganado.
Keb Baas sabía que como se dice era ahora o nunca y desde el primer rollo mandó a la lona al todavía campeón del orbe. Niño, mareado tras incorporarse, se fue hacia una esquina equivocada tras el conteo del también mexicano Jesús Manuel Erosa (+), quien tuvo una muy buena actuación.
Para el segundo y el tercero, la situación fue similar, con un Keb dando los mejores golpes y manteniendo a Niño a punto de visitar de nuevo la lona. No obstante, el de Jalisco capeó el temporal y comenzó a hacer el buen boxeo que sabe desarrollar.
La pelea se decidió en el octavo, cuando Keb, quien había mantenido escondida la derecha, la hizo surcar en forma de recto que se estrelló en la cabeza del campeón para dejarlo con la cara hacia las lámparas. La ventaja ya era, en las tarjetas, de 74-76, 73-77 y 72-78.
Al final, las tarjetas de los jueces fueron de 110-116 (Eliseo González), 113-113 (Manuel Morán y 111-115 (Porfirio Gómez Rueda) a favor del nuevo campeón del mundo. La tarjeta de Notimex favoreció a Keb 115-110.
10 Datos:
1. Nació el 21 de octubre de 1977 en Hunucmá.
2. Keb Baas logró una defensa frente al exmonarca José Antonio “Jaguar” Aguirre, al que derrotó en el estadio Polifórum Zamná.
3. Es el quinto peleador de la familia que combate con el mote “Babe Luis”, apodo que tomaron de aquel boxeador cubano que hizo carrera en México y venció entre otros a Vicente Saldívar.
4. El título lo perdió al intentar su segunda defensa ahora contra Adrián “Confesor” Hernández.
5. Tuvo 58 peleas donde ganó 34 y perdió 20. Debido a que tiene muchas derrotas, algunas de estas polémicas se les clasifica como “calador”.
6. Los Baby Luis tienen una escuela de boxeo en la calle 41 entre 30 y 32, a la que asisten numerosos hombres y mujeres y entre los entrenadores figura Gilberto.
7. El mayor de la dinastía, Luis Keb, fue campeón estatal minimosca.
8. Su hermano José Alfredo no fue compositor ni cantante, pero si pugilista y en dos ocasiones disputó el campeonato nacional.
9. Su hijo, José Gilberto Keb Canul, de 19 años, también ha debutado en el profesionalismo.
10. Gilberto Keb también ha ocupado puestos en deportes en el Ayuntamiento de Hunucmá.
TEXTO Y FOTO: DARWIN AIL