El Gobierno interino boliviano anunció ayer la ruptura de relaciones con el Ejecutivo de Nicolás Maduro y le advirtió a Evo Morales, quien renunció el 10 de noviembre, que si regresa al país será detenido.
La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, advirtió a Evo Morales que tiene cuentas pendientes con la Justicia si regresa al país, por un supuesto delito electoral y presuntos caos de corrupción de su Gobierno.
Jeanine Áñez, quien asumió la Presidencia de forma interina el pasado martes tras la renuncia de Morales, dijo en una comparecencia con medios internacionales en La Paz que su Ejecutivo provisional no busca “venganza” ni tiene “intenciones revanchistas”, sino cambiar el rumbo de un país que caminaba hacia “un Estado totalitario”.
Por su parte, la canciller del Gobierno de facto de Bolivia, Karen Longaric, anunció ayer la ruptura de las relaciones diplomáticas con Venezuela.
La nueva ministra, juramentada por la autoproclamada presidenta interina, detalló que expulsarán a todo el personal diplomático de Caracas, que hasta ahora estaba acreditado en La Paz.
“Se les dará un plazo para que abandonen el país, por haberse involucrado en asuntos internos del Estado”, manifestó Longaric.
De acuerdo a la funcionaria de Áñez, ciudadanos venezolanos vinculados con la embajada estaban “atentando contra la seguridad interna” en Bolivia, lo que —según señala— es una “violación de normas diplomáticas”.
El anuncio de la ruptura se hizo tras una rueda de prensa, donde las autoridades de facto presentaron a nueve ciudadanos, presuntamente venezolanos, que fueron arrestados, acusados de instigar las protestas contra Áñez.
Según la policía, estas personas fueron encontradas con armas de grueso calibre.
“Bolivia no tolerará ninguna injerencia del Gobierno de Venezuela”, dijo el ministro de Gobierno de Áñez, Arturo Murillo.
Un día antes, Murillo señaló que iniciarían una “cacería” contra ciudadanos cubanos, venezolanos y supuestos integrantes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que según las autoridades de facto estarían involucradas en actividades subversivas en el país.
Más temprano, Cuba denunció la detención, “bajo calumniosas imputaciones”, de cuatro convencionales que trabajan como colaboradores de salud, por parte del régimen de facto en Bolivia.
Este mismo viernes, Longaric también anunció la salida de Bolivia de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), organismo en el que participaba junto a Venezuela, Cuba, Nicaragua y otros países de la región.
Texto y foto: Agencias