Granja porcícola de Chapab es modelo nacional al obtener certificado nacional ambientalista

La granja porcícola de Chapab, sigue imparable en la sostenibilidad al conseguir un certificado ambiental, ya que las heces fecales las convierten en energía eléctrica y en un futuro surtir a una cementera para que utilice como energía para sus hornos donde fabrica cemento.

Al dar a conocer esta certificación, el director general del Grupo Porcícola Chapab, Jorge Zumárraga Novelo, declaró que actualmente con los desperdicios obtienen la electricidad que les sirve para utilizar en la planta.
La fábrica de cerdos, como ya debería llamarse, obtuvo el proceso de certificación de Iso-9001 que es de calidad y 140011 que es del cuidado del medio ambiente.

Zumárraga Novelo señaló que tuvieron que cumplir básicamente todo tipo de normativa, un control de los procesos y cuidado del medio ambiente.

“Desde que iniciamos, en 2008, nos enfocamos en el cuidado del medio ambiente y desarrollamos un sistema de la economía circular, la disminución de los residuos y transformamos en materia prima, usando la excreta de los cerdos, después de un proceso de compostaje y reusar el agua, los gases para procesos industriales, usar los biometanos para la generación de energía y, en un futuro, para la producción de cemento”, indicó.

Respecto al proyecto con una cementera, señaló que realizan las pruebas y con el metano que obtienen de la granja, este se usará en el horno donde se quema la piedra que se convierte en cemento, se calienta con el biometano extraído de la granja porcícola.

Explicó que la energía eléctrica que obtienen la utilizan para la granja, tienen una producción de 100 mil kilowatts al mes, la electricidad es doblemente limpia.
Señaló que adicionalmente cuentan con paneles solares y la utilización del metano para reducir la huella de carbono.

 

 

Actualmente, se producen 46 mil cerdos semestrales. La granja le da trabajo a un centenar de familiares, quienes tienen buenos sueldos y con prestaciones sociales. Una buena parte es para consumo local y nacional, y otra parte se exporta a Japón, Estados Unidos y el Medio Oriente.

“En México, el 40% de la carne de cerdo es importado, a pesar de que su socio comercial exporta, la mayor parte se queda en los Maxicarnes”, dijo.

Anunció que tiene dos metas a corto plazo, con la obtención de certificación y la segunda y lograr ser un modelo productivo para el desarrollo de toda la industria porcícola, de cero impacto, han anunciado descarga cero, gases, líquidos y sólidos.

Señaló que las quejas de la gente por la presunta contaminación ambiental se han reducido es el conocimiento que hacen en la industria porcícola, la principal queja es por desconocimiento y por ello abren las puertas de las instalaciones para que conozcan los esfuerzos para ser sostenible y esto ha cambiado la visión.

Por último, dijo que el proyecto de la descarga cero del agua va avanzando con una reutilización del 65 por ciento del agua y el 35% se va a zonas de cultivo, donde se riega las 30 hectáreas de limón y el pasto en rollo y el aprovechamiento de los residuos.

En la presentación también estuvieron el director regional del Sureste, Fideicomisos Instituidos en relación con la Agricultura, Noel Loya Gallegos y el presidente de Ciudadanos Hartos A. C., Humberto Reyes Montiel, y columnista de Peninsular Punto Medio.

 

Texto y Foto: Darwin Ail