Guerreras hechas en México

Mary Carmen Rosado Mota
@mary_rosmot
latribunaesnuestra@gmail.com

Una nueva historia pero que por diversos motivos nos da la impresión de que ya la hemos visto es lo que estuvo sucediendo desde hace más de una semana con la Selección Mexicana femenil de futbol americano, que tenían en puerta disputar el mundial de su deporte celebrado del 30 de julio al 7 de agosto, en Finlandia, reuniendo a ocho naciones para determinar al equipo monarca del ovoide.

Sin embargo, a la víspera de iniciar el campeonato se empezó a viralizar la noticia en diferentes redes sociales que el equipo mexicano no contaba con los boletos aéreos para poder acudir a la competencia. Incluso, derivó que parte de las futbolistas junto con familiares y amistades realizaran una manifestación a las afueras de la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme), para pedir la salida de César Barrera, presidente de la Federación Mexicana de Futbol Americano ante la falta de claridad y apoyo en su gestión.

Desafortunadamente, el equipo nacional no pudo llegar a tiempo para su primer partido, que además era el encuentro inaugural, que tuvo que ser cancelado dándole el triunfo automático al equipo rival. El titular de la Federación Mexicana mencionó en un comunicado que la falta de vuelos se debía a la huelga de una aerolínea extranjera, no por una responsabilidad del organismo o la agencia de viajes contratada.

Finalmente, el equipo pudo salir de México divididas en tres contingentes, que pasaron por una travesía a lo largo del continente europeo para llegar hasta su destino, lo que también significó un caos para las deportistas, ya que algunas se quedaron varadas en diferentes países, equipajes extraviados por la cantidad de conexiones. A pesar del extenuante viaje, el miércoles enfrentaron a Australia en la jornada dos obteniendo una victoria de 34 a 6 en un gran despliegue a la ofensiva y defensiva.

Debido a que perdieron su primer partido no pudieron seguir avanzando posiciones aún con la victoria, por lo que este domingo les tocó enfrentar a la selección de Alemania en el partido por el quinto lugar del campeonato, oportunidad que las mexicanas no desaprovecharon para sacar todo lo que venían cargando y dando una clara muestra de juego en equipo arrasaron con un marcador de 28 a 0.

Parece no importar el deporte, la historia casi siempre es la misma, deportistas mexicanas que triunfan a pesar de las instituciones, de la falta de apoyo o de las malas gestiones. La seleccionadas deben estar muy orgullosas de lo que lograron en una semana que fue desgastante en todos los sentidos, física y mentalmente. Empero, al mismo tiempo, la espinita de lo que pudo ser seguramente se quedará rondando en la mente de más de una.

Aún falta el retorno del equipo que predice otra travesía continental, y después, se deberá realizar una extenuante revisión de qué es lo que sucede al interior de las federaciones, por qué nadie se hace responsable y ninguna institución, ni la Conade ni la Codeme, parecen conocer cómo operan los organismos que se supone están para cuidar y velar por los intereses de sus deportistas, no de quienes ocupan un cargo en turno. Lo único cierto de todo esto es que en las adversidades se afianzan los equipos y esta selección es de puras guerreras hechas en México.