Lugareños aseguran que de la planta sale un mal olor en las madrugadas que provoca dolor en la garganta; el agua de pozo ya no se puede utilizar, y ha afectado la apicultura
Por diversas afectaciones que tienen que ver con la calidad del agua, habitantes de Sitilpech, comisaría de Izamal, cerraron de forma simbólica la entrada de la granja porcícola Kancabchén II, ubicada en el kilómetro 1 de la carretera Izamal-Tizimín.
Entre los motivos, dijeron que ha bajado la calidad de vida de los pobladores en los cinco años que ha funcionado la planta de cerdos.
Los lugareños manifestaron que desde que comenzó ha funcionar la planta, hay un mal olor en las madrugadas que provoca dolores en la garganta; el agua de pozo ya no se puede utilizar porque irrita la piel, provoca ronchas, y ha afectado a los pobladores que se dedican a la apicultura, ya que las abejas se mueren, huyen, y la miel pierde calidad.
Los pobladores pidieron que se respete su autodeterminación, y no aprobaron la actitud que han tomado los tres niveles de gobierno ante esta situación.
Además, señalaron que tienen un amparo de dos años contra la planta y sólo le dan largas, con “vueltas y vueltas” ante los juzgados y autoridades.
Asimismo, uno de los principales argumentos que tienen los empresarios para no cerrar la granja, es que genera empleos para los pobladores de la zona.
Sin embargo, doña Mercedes Moo, manifestante, comentó que “utilizan una maña de traer gente de fuera y rentar casas para decir que son originarios del poblado”, por lo que, es muy poca la gente originaria de la zona la que es contratada.
Los pobladores insistieron que la contaminación que genera la planta es por tierra, aire y agua, por lo que están expuestos a varias enfermedades.
Por último, advirtieron que seguirán luchando para que esa granja se cierre, pues fue instalada sin el consentimiento de la población, mayoritariamente maya, del lugar.
Texto y fotos: Jesús Peralta/Cortesía